Desde su llegada al poder en enero de 2017, el Gobierno de Donald Trump implementó contra Cuba medidas sin precedentes, las cuales sobresalieron por su hostil sistematicidad y hoy superan la cifra de 240.
Según declaraciones de autoridades cubanas, cada sector en la isla sufrió el impacto de esta escalada de agresiones, acentuada en el contexto de la pandemia de la Covid-19.
Las 242 medidas, en su mayoría, recrudecieron el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington desde hace casi seis décadas, con el objetivo de asfixiar al país caribeño, obstaculizar las fuentes de ingresos, entorpecer las relaciones y crear una situación de ingobernabilidad, apuntaron fuentes oficiales.
Las disposiciones prohibieron viajes de cruceros, así como vuelos regulares y chárteres a todo el país, con excepción de La Habana.
También imposibilitaron el envío de remesas mediante las firmas cubanas Fincimex y American International Services (AIS), las principales vías formales para efectuar las transacciones en la isla.
Asimismo, Cuba no puede importar productos de cualquier país que contengan más de un 10 por ciento de componentes estadounidenses, a la vez que el ron y tabaco de la isla, principales rubros exportables, tienen prohibida su entrada a la nación norteña.
De igual forma, son perseguidas las operaciones bancario-financieras de la mayor de las Antillas, y hay 231 empresas en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas por el Departamento de Estado norteamericano.
Las medidas contra buques, navieras y compañías vinculados al transporte de combustibles, disposiciones contra altos dirigentes, además de la inclusión del país en listados arbitrarios y unilaterales, completan ese panorama dibujado por el mandatario republicano.
El 11 de enero, a pocos días de finalizar su mandato, la administración de Trump dio un nuevo zarpazo, al catalogar a Cuba como un supuesto estado patrocinador del terrorismo, decisión ampliamente rechazada a nivel internacional.
La víspera, el presidente de la mayor de las Antillas, Miguel Díaz-Canel, calificó de vergonzoso al legado del mandatario de Estados Unidos, ante el cual ‘Cuba sigue y seguirá de pie’, aseguró.