La cancillería de Cuba reiteró hoy a la embajada de Estados Unidos que la nación caribeña no permite a ese gobierno, ni a Estado alguno, la injerencia en los asuntos internos del país.
De acuerdo con una nota de prensa, el director general a cargo de Estados Unidos del ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, convocó al Encargado de Negocios de ese país, Timothy Zúñiga-Brown, para transmitirle el mensaje.
El diplomático cubano señaló las graves violaciones de las funciones como diplomático y jefe de misión que cometió Zúñiga-Brown por acudir en varias oportunidades a San Isidro (La Habana), donde su Embajada conocía que se desarrollaba un evento de provocación política y social.
Además, señaló que el encargado norteamericano se prestó ‘para transportar personalmente y apoyar a quienes estaban violando las normas sanitarias de protección contra la pandemia de Covid-19’.
Según la cancillería de la isla, se trata de una intromisión flagrante y desafiante en los asuntos políticos internos de Cuba y violaciones incontestables de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Enfatizó que este país no acepta ese comportamiento y que no le tolerará a él o a su Embajada que se conduzcan en Cuba en desacato a la ley y las normas, en violación de sus obligaciones como diplomático.
El Director General enfatizó que la isla ‘tiene pleno conocimiento del involucramiento del gobierno de los Estados Unidos en el financiamiento, la orientación y la incitación a grupos e individuos en Cuba para que desafíen la autoridad del gobierno, tanto por vías pacíficas como por vías violentas’, agrega la nota.
Además, subrayó que conoce ‘el esfuerzo insistente pero fracasado en tratar de sumar a esos propósitos a los sectores más representativos de arte la cultura y la intelectualidad en el país’.
Fernández de Cossío señaló que Cuba también tiene conocimiento de la maquinaria que desde Estados Unidos maneja, manipula y acosa en las redes sociales en aras de difundir información falsa, incitar al odio, dividir a la población, fomentar el resentimiento y llamar a la ilegalidad.
La nación caribeña tiene ‘cabal conocimiento de la trayectoria del gobierno de los Estados Unidos en el derrocamiento de gobiernos legítimos, en la ejecución o promoción de golpes de estado, en el fomento de la inestabilidad social al costo de muertes y sufrimiento’.
Fuente: Prensa Latina