Redacción AFP.- Socorristas y militares guatemaltecos reiniciaron este sábado la búsqueda entre el lodo de decenas de desaparecidos en una aldea indígena al norte del país tras un deslave provocado por el devastador paso del ciclón Eta por Centroamérica.
Los rescatistas llegaron a la aldea Quejá, en el municipio norteño de San Cristóbal Verapaz, después de casi dos días del deslizamiento de tierra que sepultó unas 150 casas en esa empobrecida comunidad indígena maya.
El vocero del Ejército, Rubén Tellez, dijo a periodistas que una brigada militar humanitaria integrada por 55 soldados fue la primera en llegar la tarde del viernes y ese mismo día rescataron los primeros tres cadáveres.
En tanto, la Patrulla Especial de Rescate de Bomberos Municipales Departamentales llegó la noche del viernes y este sábado se incorporaron a las tareas de búsqueda y rescate, informó un vocero de la institución.
La fuente, que no se identificó, comentó que “el terreno está bastante inestable” pues las lluvias continúan y se siguen registrando deslaves en los cerros cercanos.
Este sábado ya recuperaron otros dos cuerpos sin vida entre los escombros.
La comunidad está incomunicada por avalanchas de tierra que bloquearon carreteras y la ayuda aérea tampoco ha podido llegar por las malas condiciones del clima.
La Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred) detalló en un reciente balance de daños que el ciclón provocó 321 incidentes que dejaron 154.934 personas afectadas por inundaciones, deslaves o que quedaron incomunicadas.
Además, se registran 15 fallecidos, 109 desaparecidas, 9 heridas, 13.154 evacuados y 6.557 albergados.
El ciclón salió del norte de Honduras, con un saldo de 23 muertos, la tarde del jueves convertido en depresión tropical y volvió al Caribe, donde se fortaleció y podría convertirse nuevamente a tormenta tropical mientras avanza hacia Cuba, según proyecciones del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
– Arrasada –
El presidente Alejandro Giammattei dijo el viernes en rueda de prensa que una evaluación preliminar arroja que en Quejá el alud dejó al menos 100 muertos por la magnitud de la tragedia registrada entre la noche del miércoles y madrugada del jueves.
Asimismo, el mandatario estimó que la tormenta ha dejado en el país unas 150 fallecidos o desaparecidos, pero aclaró que son cifras no oficiales porque no han podido rescatar a todas las víctimas soterradas.
Giammattei visitó este sábado el departamento (provincia) de Alta Verapaz, uno de los más afectados y donde se ubica la comunidad arrasada.
Las fuertes lluvias en el noreste han dejado decenas de comunidades inundadas y sin acceso terrestre y por ello las autoridades instalaron un puente aéreo para rescatar a decenas de afectados que se subieron a los techos de viviendas y llevar ayuda humanitaria como alimentos y agua.
Uno de los departamentos más afectados por las inundaciones es Izabal, sobre el Caribe.
– Lo perdimos todo –
“Todo se perdió. contábamos con una panadería y nuestra casa y todo se perdió. Materiales, todo. Desde amueblados, camas, máquinas, todo”, lamentó a la AFP Gerardo Castro usando una mascarilla por el nuevo coronavirus, mientras limpiaba su casa en la entrada al municipio de Morales, Izabal.
En ese poblado, el desborde de los ríos inundó gran parte del centro del poblado y sus aldeas las que quedaron convertidas en una gran laguna.
En tanto, Ana Esquivel, de 47 años, comentó a la AFP en la escuela 20 de octubre de Morales, habilitada como albergue, que después del ciclón “solo queda pedirle a Dios que nos dé paciencia porque la verdad se ha perdido todo”.
“Todo se lo llevó el agua. Tenemos que empezar de nuevo”, agregó Esquivel, quien evacuó el barrio El Michalito de Morales junto a su esposo, hija y sus nietos de 3, 6 y 7 años.
El concejal de la alcaldía de Morales, Gerson Miranda, explicó a la AFP que en la escuela están albergadas unas 400 personas de casi 2.000 resguardas en cuatro refugios del poblado.
En la escuela los niños jugaban, algunos a la pelota con policías municipales, en tanto otros pobladores cuidaban a las pocas gallinas que lograron rescatar.
Más al sur, en el municipio de Gualán, Zacapa, maquinaria pesada trabajaba para hacer un paso provisional tras el colapso del puente Santiago que cortó el paso en la importante carretera al Atlántico.
Algunos pobladores se arriesgaban a cruzar apoyados con lazos y desafiando parte de la corriente del río Motagua, que desemboca en el Caribe.
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