Los enfrentamientos entre las fuerzas separatistas armenias de Nagorno Karabaj y el ejército azerbaiyano continuaban sin tregua este lunes, por lo que Rusia, Francia y Estados Unidos pidieron un “cese de fuego inmediato y sin condiciones”.
El lunes la presidencia de Nagorno Karabaj indicó que les tropas separatistas se retiraron de “algunos sectores del frente” por razones “tácticas”.
“Para evitar especulaciones, quiero subrayar que en algunos sectores del frente, con un objetivo táctico, el ejército retiró soldados para evitar pérdidas inútiles y hacer más daño al adversario”, dijo en Facebook el portavoz de la presidencia Vahram Poghossian.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Karabaj señaló que su capital, Stepanakert, con 50.000 habitantes, fue blanco de “intensos disparos de cohetes” por la mañana.
Según un testigo entrevistado por la AFP, la ciudad sufrió tres horas de bombardeos y muchos residentes decidieron marcharse. Los demás se esconden en los refugios. Muchos edificios están dañados o destruidos, en dos días de ataques.
Francia, Rusia y Estados Unidos, miembros del llamado Grupo de Minsk, consideraron este lunes que los ataques contra civiles en Nagorno Karabaj son una “amenaza inaceptable para la estabilidad de la región”.
Los “ataques contra instalaciones civiles” y su “carácter desproporcionado” constituyen “una amenaza inaceptable para la estabilidad de la región”, advirtieron los ministros de Asuntos Exteriores de los tres países que forman ese grupo mediador en el conflicto.
Mike Pompeo (Estados Unidos), Jean-Yves Le Drian (Francia) y Serguéi Lavrov (Rusia) “condenan con la mayor firmeza la escalada de violencia inédita y peligrosa ocurrida en y por fuera de la zona de conflicto de Alto Karabaj”, subrayó la nota.
Piden de nuevo un “cese el fuego inmediato y sin condiciones” y exhortan a Azerbaiyán y a Armenia a “comprometerse desde ahora a reanudar el proceso de negociación”.
Más tarde, el presidente ruso Vladimir Putin también instó a un cese el fuego “inmediato” durante una conversación telefónica con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, en el noveno día de combates entre separatistas armenios y el ejército azerbaiyano, anunció el Kremlin en un comunicado.
Según Armenia, los ataques en zonas urbanas de Azerbaiyán se reanudaron el lunes. El asesor presidencial azerbaiyano, Hikmet Hajiyev, difundió en Twitter un video, supuestamente grabado en el mercado central de Ganyá, y denunció un ataque “cuyo objetivo es causar víctimas civiles”.
Según balances oficiales, los bombardeos del domingo mataron a cuatro personas en Nagorno Karabaj, y a cinco en Azerbaiyán. También hubo numerosos heridos.
– “Victorias imaginarias” –
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) condenó los “bombardeos indiscriminados”, que destruyeron o dañaron cientos de hogares e infraestructuras clave, como hospitales y escuelas.
En Goris, última ciudad de Armenia antes de Karabaj, se organizaba la distribución de víveres para los desplazados.
La región de Nagorno Karabaj, poblada principalmente por armenios, se separó de Azerbaiyán después de la caída de la Unión Soviética, lo que llevó a una guerra a principios de los años 1990 que se cobró 30.000 vidas.
Las hostilidades actuales son una de las crisis más graves, si no la más grave, desde el alto el fuego de 1994.
Azerbaiyán reivindica varios éxitos militares sobre el terreno, incluyendo la toma de varias ciudades y pueblos, lo que desmiente el lado armenio.
El lunes, el ejército difundió por primera vez imágenes de Talish, localidad que habrían tomado el viernes, donde se pueden ver soldados azerbaiyanos patrullando por calles desiertas y ondeando su bandera.
El ministro armenio de Defensa estimó el lunes por la mañana que “el bando azerbaiyano proclama victorias imaginarias y difunde ‘noticias falsas’ sobre bombardeos armenios de zonas habitadas azerbaiyanas”.
El balance de muertos –todavía muy parcial, ya que Azerbaiyán no comunica sus pérdidas militares– asciende a 266 personas: 221 combatientes separatistas, 18 civiles de Karabaj y 25 civiles azerbaiyanos.
Pero cada lado afirma haber matado entre 2.000 y 3.000 soldados enemigos.
La escalada del conflicto podría tener consecuencias impredecibles porque hay varias potencias con intereses en la región: Rusia, el árbitro regional tradicional; Turquía, aliada con Azerbaiyán; e Irán.
Los turcos son acusados de haber agravado el conflicto al alentar a Bakú a una ofensiva militar y desplegar mercenarios sirios proturcos en Karabaj.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exhortó el lunes a Ankara, miembro de la alianza, a “utilizar su influencia para calmar las tensiones”.
Canadá anunció el lunes la suspensión de la exportación de armas a Turquía durante una investigación sobre el posible desvío de material militar canadiense a Azerbaiyán.
Fuente: AFP