Marie Curie, la Madre Teresa o Malala figuran entre el 5% de las mujeres galardonadas con un Nobel desde 1901. También son minoría en los comités que seleccionan a los ganadores cada año.
Los Premios Nobel de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía son otorgados en Suecia por comités separados, mientras que el ganador del de la Paz es seleccionado en Noruega.
Ambos países escandinavos están orgullosos de su reputación como defensores de la igualdad de género. Sin embargo, en los comités del Nobel, las mujeres representan solo una cuarta parte de los miembros.
Este año en Estocolmo solo hay hombres al frente de los comités del Nobel.
Y los comités de Economía (dos mujeres de 11 miembros), de Química (tres de diez), de Medicina (cuatro de 18), y de Física (una de siete) están lejos de la paridad. El de Literatura (dos de siete) no escapa a la norma.
Para Eva Olsson, la única mujer del comité de Física, la explicación es sobre todo matemática, debido a las pocas mujeres en su disciplina.
Esta física reconoce que “los modelos a seguir son importantes para inspirar a más jóvenes estudiantes”, aunque asegura que “el trabajo dentro del comité no se ve afectado” por la falta de paridad.
En los comités, la proporción de mujeres ha aumentado en los últimos años. “Está claro que la situación mejora progresivamente pero lentamente”, reconoce Göran K. Hansson, secretario general de la Real Academia de Ciencias.
– La excepción –
En Estocolmo, los comités proceden principalmente de su institución de referencia: la Academia Sueca de Literatura, la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo para Medicina y la Real Academia de Ciencias para Física, Química y Economía.
Estos pequeños grupos no tienen la última palabra sobre la elección final de los galardonados, que compete a su academia en su conjunto, pero se encargan de preparar la lista de los posibles ganadores.
Para el premio de la Paz, el Parlamento noruego, teniendo en cuenta el equilibrio de fuerzas políticas, designa a los cinco miembros del comité que se ocupan de examinar a los candidatos y de elegir a los ganadores.
Es la excepción en cuanto a paridad de género: en las últimas décadas las mujeres han dominado, a veces con cuatro de los cinco puestos.
Este año, sin embargo, solo hay dos mujeres, pero una es la presidenta del comité.
La feminización probablemente influya en la elección de los ganadores, subraya Olav Njølstad, secretario del comité de la Paz en Oslo: “Es normal pensar que las dos cosas van de la mano”.
Desde 2001, 24 mujeres han ganado un Nobel, en comparación con 11 en las dos décadas anteriores.
Aunque cada vez hay más mujeres en las academias, “los hombres siguen siendo mayoría en la Real Academia de Ciencias”, comenta Eva Mörk, la primera mujer en haber formado parte del comité para el premio de Economía en 2011 y miembro del comité 2020.
“Los comités científicos arrastran la tradición de tener más académicos varones”, explica Olav Njølstad.
– De por vida –
“Quizá en los últimos diez-veinte años haya comenzado a ser más equilibrado” entre los profesores, dice.
En instituciones dedicadas al progreso, el proceso de feminización se ve frenado por otro parámetro: en la mayoría de las academias de las que salen los comités, los miembros son elegidos de por vida.
“Se quedan mucho tiempo, por lo que hay un desfase temporal” con el panorama actual de la investigación científica, recalca Njølstad.
Los miembros del comité noruego en cambio son nombrados por seis años. Hubo que esperar a 1948 para que una mujer entrara pero últimamente fueron mayoritarias, tanto que se gastaban bromas sobre la necesidad de cuotas de hombres.
Las ciencias pueden tener la excusa de seguir siendo muy masculinas pero ¿por qué la literatura se queda a la zaga?
El comité sólo cuenta con dos mujeres, dos expertas de las cuales ninguna es titular de pleno derecho en la Academia Sueca, desde que la escritora Kristina Lugn murió este año.
“Nos esforzamos por lograr un equilibrio entre los sexos”, asegura Mats Malm, secretario del comité. “Al constituir el comité (…) no se pudo lograr un equilibrio perfecto”, reconoce.
La primera mujer en convertirse en secretaria perpetua de la Academia Sueca, Sara Danius, dejó el cargo en 2018 tras el escándalo que sacudió a la institución.
phy-hdy/map/am/erl/es
© Agence France-Presse