Un hombre logró sobrevivir tras ser atacado el pasado 31 de julio por un tiburón blanco de unos cinco metros de longitud, mientras estaba surfeando cerca de una playa de la localidad de Bunker Bay en Australia Occidental.
Phil Mummert, de 28 años, estaba sentado en su tabla cuando el escualo saltó del agua y le mordió una pierna. “Recuerdo que sentí la fuerza con la que el tiburón me golpeó y luego lo siguiente que recuerdo es estar en el agua y mi tabla rota por la mitad”, declaró Mummert al sitio web especializado en surf Magic Seaweed.
El surfista recordó que la parte delantera de su tabla estaba flotando en el agua, mientras la parte trasera estaba todavía atada a su pierna y se quedó entre el tiburón y él, así que la agarró con ambas manos e intentó metérsela en la boca. “Entonces, en cuanto me di cuenta de lo que estaba pasando, mi primer instinto fue dejar ese pedazo de tabla en su boca porque pensé que si estaba mordiendo eso entonces no me estaba mordiendo a mí”, detalló. Según los testigos, el hombre, además, le estaba dándole puñetazos al tiburón en la cabeza y la nariz.
Tres compañeros surfistas, Alex Oliver, Liam Ryan y Jess Woolhouse, vieron el ataque y pusieron rumbo a la víctima, que estaba gravemente herida. Después levantaron al hombre en una tabla de surf y lo llevaron a la costa. “Finalmente pudimos subirnos a una pequeña ola que nos llevó”, dijo Mummert y subrayó que sus rescatadores “son héroes absolutos” y “sin duda le salvaron la vida”.
Luego el hombre fue trasladado a un hospital, donde los médicos usaron 63 grapas para tratar la herida abierta en su pierna. “En realidad, no debería estar vivo. O al menos haber perdido una pierna”, concluyó el surfista y añadió que no está seguro de cuándo podrá volver al agua: “Creo que solo dependerá de cuánto tiempo tarde en desaparecer el dolor”. Fuente: RT