La actual temporada ciclónica tiene un comportamiento más activo que lo normal, según opinan expertos del Centro del Clima, del Instituto de Meteorología.
Explicaron que su afirmación se basa en el hecho de que se formaron nueve tormentas y dos huracanes en el área geográfica del océano Atlántico tropical, que incluye el Golfo de México y el mar Caribe.
Los fenómenos hidrometeorológicos de ese tipo ocurrieron antes del mes de agosto, cuando como promedio surgen dos y uno, respectivamente, argumentaron los expertos en su Boletín de la Vigilancia del Clima.
Mencionaron el caso de julio, donde se generaron cinco tormentas tropicales en el océano Atlántico, de las cuales dos llegaron a alcanzar la categoría de huracán (Hanna e Isaías). Añadieron que su presencia representa un récord para el mes y casi quintuplican su valor medio.
Isaías afectó indirectamente a las provincias más orientales de Cuba, sobre todo a Guantánamo con vientos fuertes en rachas e inundaciones costeras en zonas bajas del litoral norte, incluyendo el malecón de Baracoa, y en Holguín también ocurrieron inundaciones costeras.
La temporada ciclónica en el área geográfica del océano Atlántico tropical comenzó el primero de junio pasado y se extenderá hasta el próximo 30 de noviembre, aunque lo realmente vital es estar preparados, tal y como se hace en el enfrentamiento al nuevo coronavirus, de acuerdo con expertos del INSMET.
Cuba es una de las pocas naciones de la región que elabora sus propios pronósticos para la temporada ciclónica, los cuales están a cargo de los centros de Pronósticos, de conjunto con el del Clima, ambos del Instituto de Meteorología, perteneciente a la Agencia de Medio Ambiente, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Especialistas del Centro de Pronósticos informaron también que una predicción estacional para esa etapa se basa en los fenómenos atmosféricos y oceánicos que influyen en su comportamiento y ofrecen un estimado aproximado de la cantidad de sistemas tropicales que pueden surgir, del primero de junio al 30 de noviembre.
Aunque se trata de pronósticos basados en las estadísticas y los modelos numéricos, vaticinaron que para la temporada ciclónica pueden formarse 15 ciclones tropicales en toda la cuenca del Atlántico Norte, y de ellos 10 en el área oceánica del Atlántico, dos en el Caribe y tres en el golfo de México.
Con una probabilidad del 60 por ciento, uno pude impactar Cuba, precisaron los meteorólogos cubanos, quienes llamaron la atención, igualmente, sobre otros fenómenos hidrometeorológicos peligrosos, entre ellos las tormentas locales severas, que pueden estar asociadas a lluvias intensas, caída de granizos, tornados, vientos fuertes que provocan en ocasiones inundaciones súbitas y otras afectaciones a la economía y la población.
Sin embargo, los valores de las anomalías de la temperatura superficial en el Pacífico ecuatorial se corresponden con condiciones neutrales del evento El Niño Oscilación del Sur (ENOS), pero no se descarta el posible desarrollo de un evento La Niña débil, lo contrario al Niño, para finales de año, en concordancia con algunos de los modelos consultados, advirtieron al definir de activa la temporada ciclónica.
De acuerdo con la nueva lista aprobada por el Comité de Huracanes de la Región IV de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), a la cual Cuba pertenece, sus nombres para el actual período son Arthur, Bertha, Cristóbal, Dolly, Edouard, Fay, Gonzalo, Hanna, Isaías, Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paulette, René, Sally, Teddy, Vicky y Wilfred.
La OMM acordó en 1953 nombrar oficialmente esos sistemas, en un orden alfabético y usar en forma alterna los idiomas inglés, español y francés, en el caso específico del nuestra área geográfica, a fin de favorecer el trabajo operativo en el seguimiento de los ciclones tropicales y distinguir cada uno.
Los ciclones tropicales reciben denominación una vez alcanzada la fase de tormenta (de 63 a 118 kilómetros por hora).
Si se tiene en cuenta la velocidad de sus vientos máximos sostenidos promediados en un minuto, se clasifican en depresión tropical cuando son inferiores a 63 kilómetros por hora; tormenta tropical de 63 a 118, y huracanes si son iguales o superiores a los 119.
En el caso específico de los huracanes, la escala Saffir-Simpson los divide en cinco categorías.
La primera contempla a los que tienen vientos máximos sostenidos de 119 a 153 km/h; la segunda de 154 a 177; la tercera de 178 y 208; la cuarta de 209 a 251 y la quinta a partir de los 252 km/h, mientras de la tercera en adelante reciben la denominación de huracanes de gran intensidad.
(Con información de ACN y Cuba Debate)