Fotos tomadas por drones develan la magnitud de la devastación y permiten intuir cuál era el depósito donde estaban guardadas las 2.750 toneladas de nitrato de amonio que provocaron la deflagración.
La explosión del martes en las bodegas del puerto de Beirut, que almacenaban material altamente explosivo, fue la más potente que jamás se ha registrado en la capital del Líbano.
Fotos tomadas por drones e imágenes satelitales develan la magnitud de la devastación y permiten intuir cuál era el depósito donde estaban guardadas las 2.750 toneladas de nitrato de amonio, un compuesto químico altamente inflamable que se utiliza para fabricar fertilizantes y explosivos, que provocaron la deflagración.
Las imágenes muestran claramente el cráter, de unos 138 por 105 metros, y la zona sumergida que se formó tras la explosión.
Esta área es oblonga debido a la forma del almacén, visible en imágenes satelitales previas a la deflagración.
Las explosiones fueron de tal potencia que quedaron registradas por los sensores del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) como un terremoto de magnitud 3,3. Pero incluso, fue comparada con la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima hace 75 años, el 6 de agosto de 1945. La explosión habría tenido una potencia de 3 kilotones, una quinta parte de lo que fue aquella bombardeada en Japón hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.
“Es una negligencia”
Las primeras pesquisas indican que años de inactividad y negligencia en el almacenamiento del material altamente explosivo en el puerto causaron la explosión que mató a más de 100 personas, según dijo una fuente oficial cercana a la investigación.
El primer ministro y la presidencia dijeron el mismo martes que 2.750 toneladas de nitrato de amonio, utilizado en fertilizantes y bombas, habían sido almacenadas durante seis años en el puerto sin medidas de seguridad.
“Es una negligencia”, dijo a Reuters la fuente oficial, añadiendo que el tema de la seguridad en el almacenamiento había sido expuesto ante varios comités y jueces sin que se “hiciera nada” para retirar o deshacerse del material altamente combustible.
La fuente añadió que el fuego se inició en el almacén 9 del puerto para después extenderse al almacén 12, donde se almacenaba el nitrato de amonio.
La explosión del martes fue la más potente jamás registrada en Beirut, una ciudad aún marcada por la guerra civil de hace tres décadas, en un país que sufre una profunda crisis financiera con el lastre de décadas de corrupción y mala gestión económica.
Badri Daher, director general de la Aduana Libanesa, declaró el miércoles a la emisora LBCI que la aduana había enviado seis documentos al poder judicial advirtiendo que el material almacenado representaba un peligro.
“Solicitamos que fuera trasladado, algo que no ocurrió. Dejemos que los expertos y los interesados determinen por qué”, dijo Daher.
Otra fuente, cercana a un empleado del puerto, afirmó que un equipo que inspeccionó el nitrato de amonio hace seis meses advirtió que, si no se movía, “volaría todo Beirut”.
Según dos documentos a los que Reuters tuvo acceso, la Aduana Libanesa había pedido al poder judicial en 2016 y 2017 que pidiera a la “agencia marítima interesada” que trasladara o aprobara la venta del nitrato de amonio, extraído del buque de carga Rhosus y depositado en el almacén 12, para garantizar la seguridad del puerto.
Por su parte, el presidente del Líbano dijo el miércoles que una investigación revelará las circunstancias del incidente lo más pronto posible y prometió transparencia al divulgar los resultados.
Fuente: Infobae