Los residentes de las zonas costeras aseguraron sus muebles de patio, los operadores de ferrys desalojaron las embarcaciones frente a la costa de Carolina del Norte, y funcionarios distribuyeron costales de arena y ofrecieron espacios para autos en garajes elevados el lunes conforme Isaías avanzaba hacia el norte, donde se prevé que golpee los estados de Carolina del Sur y del Norte como huracán de categoría 1.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) aconsejó a los residentes de las casas frente al mar estar atentos por marejadas ciclónicas de hasta 1,5 metros (5 pies) y hasta 20 centímetros (8 pulgadas) de lluvia en algunos lugares conforme Isaías avanzaba por la costa.
“Todas esas lluvias podrían provocar inundaciones súbitas en grandes partes del este de las Carolinas y en medio del Atlántico, e incluso en el noreste de Estados Unidos”, dijo Daniel Brown, especialista en huracanes en el NHC.
Isaías provocó la muerte de dos personas en el Caribe y azotó las Bahamas, pero siguió ubicado sobre el mar cuando pasó por Florida durante el fin de semana. El lunes, el centro de Isaías seguía muy lejos de la costa mientras pasaba frente a Georgia.
Las autoridades en Myrtle Beach, Carolina del Sur, ordenaron a las personas salir del agua para evitar las fuertes olas y corrientes de resaca. Aún así, muchas personas disfrutaban la playa y paseaban a sus perros bajo los cielos nublados.
Isaías fue clasificado nuevamente como huracán en el reporte de las 8 de la noche, con vientos máximos sostenidos de 120 km/h (75 mph). El ojo del huracán estaba ubicado a unos 100 kilómetros (60 millas) al sur de Myrtle Beach.
Los periodistas de The Associated Press Russ Bynum en Savannah, Georgia; Jeffrey Collins y Michelle Liu en Columbia, Carolina del Sur; Sophia Tulp en Atlanta; y Seth Borenstein en Kensington, Maryland, contribuyeron a este despacho.
Fuente: Infobae