Instituciones científicas de distintos países han unido sus fuerzas para proteger y salvar a la rana gigante del lago Titicaca (ubicado entre Bolivia y Perú), considerada la rana completamente acuática más grande del mundo y que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
El equipo transfronterizo está compuesto por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, el zoológico de Denver (EE.UU.), el Museo de Zoología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, entre otras instituciones, según informó la semana pasada el Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny de Cochabamba (Bolivia), uno de sus principales participantes. Este esfuerzo combinado es apoyado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente.
Esta iniciativa busca lograr la “conservación y conocimiento” de la especie para que tenga un “futuro a largo plazo”, resalta el museo. En primer lugar, se analizarán sus hábitats subacuáticos, se evaluará su condición, así como la genética de su población, detalla el proyecto de gestión ambiental binacional entre Bolivia y Perú, GIRH-TDPS.
De acuerdo con ese organismo, ambos países ya han iniciado dos estudios con ese propósito y se presentará un diagnóstico de las amenazas en esos hábitats para “priorizar las zonas de conservación” y conocer “la realidad de la especie y la presión frente a factores naturales y antrópicos” que han provocado la disminución de su población. A pesar de la existencia de anteriores investigaciones, este anfibio sigue considerándose poco conocido debido a la ausencia de datos completos sobre su tamaño poblacional.
La principal amenaza de esta especie es su sobreexplotación con fines culinarios, como amuleto para rituales y por su piel para productos de peletería. No obstante, también suponen un riesgo la contaminación de las aguas del Titicaca, la utilización de pesticidas y el vertido de aguas residuales al lago.
Conocida científicamente como ‘Telmatobius culeus’, la rana gigante del Titicaca recibió su apodo por los enormes pliegues de piel que incrementan el volumen de su cuerpo y le permiten respirar en aguas a una altura de más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. Esta especie autóctona del lago, puede medir 14,5 centímetros de longitud; no obstante, el famosos explorador e investigador francés, Jacques-Yve Cousteau, informó tras una expedición que pueden alcanzar un tamaño de 50 centímetros y estar en profundidades de hasta 100 metros, explica la GIRH-TDPS. Fuente: RT