La región ártica “se está calentando más del doble de rápido que el promedio mundial”, según la Organización Meteorológica Mundial.
En un informe presentado este viernes por la agencia meteorológica de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se advierte que las temperaturas promedio registradas en Siberia el mes pasado fueron 10 ºC por encima de la norma, y que estos fenómenos climáticos que afectan al Círculo Polar Ártico también influyen en todo el planeta.
“El Ártico se está calentando más del doble de rápido que el promedio mundial, impactando a las poblaciones y ecosistemas locales y con repercusiones globales”, señaló el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.
El organismo recordó que el pasado 20 de junio se registró una temperatura récord de 38 ºC en la ciudad rusa de Verjoyansk, considerada la urbe más fría del mundo. La ola de calor en el Círculo Polar Ártico además de acelerar el derretimiento del hielo marino frente a la costa ártica de Rusia, también ha contribuido a avivar incendios en la región.
Los expertos climáticos consideran que todos estos cambios en los polos de la Tierra tienen el potencial de influir en las condiciones climáticas en otras latitudes, incluidas zonas con grandes urbes donde viven cientos de millones de personas. “Lo que sucede en el Ártico no solo se queda en el Ártico”, recalcó Taalas.
Impacto del ser humano
El calor prolongado está relacionado con un extenso “sistema de presión de bloqueo” y un persistente giro hacia el norte de la corriente de chorro, permitiendo que el aire caliente entre en la región, según los científicos. Pero un estudio reciente citado por la OMM también señaló que tal aumento de calor habría sido casi imposible sin el cambio climático causado por el ser humano.
Por segundo año consecutivo, múltiples incendios barren extensas superficies de vegetación dentro del Círculo Polar Ártico, que han sido evidenciadas en imágenes captadas por satélites. Se estima que las emisiones de carbono totales a causa del fuego desde enero son las más altas en el registro de datos de 18 años del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico.
Asimismo, la ola de calor siberiana de la primavera pasada “aceleró la retirada de hielo” a lo largo de la costa rusa ártica, en particular desde finales de junio, lo que condujo a una extensión muy baja del hielo marino en los mares de Laptev y Barents. Los expertos advierten que la descongelación del permafrost puede liberar gas metano, lo que podría agravar la situación en los ecosistemas de toda la región.
Un estudio reciente también encendió las alarmas al presentar evidencia de que la mayoría de las poblaciones de osos polares desaparecerán para finales de este siglo si el calentamiento global continúa al ritmo actual.
Fuente: RT