El fiscal general, William Barr, ordenó fijar nuevas fechas de ejecución para cuatro de los cinco condenados a la pena capital, que recibirán una inyección letal
Estados Unidos volverá a realizar ejecuciones federales a partir del 13 de julio, luego de 17 años sin llevarlas a cabo, informó el Departamento de Justicia.
Desde que en 1988 el gobierno restableció la pena de muerte, solo se han realizado tres ejecuciones a nivel federal. Pero el fiscal general, William Barr, anunció hace un año que tenía la intención de reanudar la aplicación de la pena capital para crímenes federales. Y este martes confirmó que comenzará a implementar esa voluntad.
La mayoría de los crímenes en Estados Unidos se juzgan en cortes estatales. Pero ciertos casos particulares, como los crímenes de odio, delitos particularmente aberrantes o aquellos que ocurren en reservas de nativos estadounidenses o instalaciones militares son manejados por la fiscalía federal.
Las ejecuciones mediante inyección letal de cinco condenados por asesinato estaban previstas para diciembre de 2019 y enero de este año en la penitenciaría federal de Terre Haute, en el estado de Indiana, en la región Medio Oeste de Estados Unidos.
Sin embargo, a último momento, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el levantamiento de una prohibición de las ejecuciones federales, argumentando que, “a la luz de lo que está en juego”, el bloqueo a ese procedimiento debería ser revisado por una corte de apelaciones.
En abril, una corte de apelaciones en Washington aprobó el uso de pentobarbital, un barbitúrico, en las inyecciones, y Barr ordenó fijar nuevas fechas de ejecución para cuatro de los cinco condenados.
“Se lo debemos a las víctimas de estos horribles crímenes”, dijo Barr en un comunicado.
En cumplimiento de esa orden, el Buró de Prisiones determinó que las ejecuciones tengan lugar entre el 13 de julio y el 28 de agosto.
Entre esos cuatro reclusos sentenciados a muerte se encuentra Daniel Lewis Lee, un supremacista blanco sentenciado por triple homicidio en 1996, incluido el de una niña de 8 años.
La madre de una de sus víctimas, Earlene Peterson, se opone a la ejecución por sus creencias religiosas y pidió al presidente Donald Trump que conceda clemencia a Lee.
Trump, un ferviente defensor de la pena capital -ha llegado a decir que debería aplicarse a narcotraficantes- no dio lugar a la petición.
Según encuestas de opinión, el apoyo a la pena de muerte en Estados Unidos ha disminuido en años recientes y bajó hasta 54% desde 80% a principio de la década de 1990.
En 2019, 22 personas fueron ejecutadas en total en los pocos estados que aún realizan ejecuciones, la mayoría de ellos en el sur de Estados Unidos.
(Con información de AFP e Infobae)