El rotativo estadounidense señala que el mandatario y sus aliados “manejan la posibilidad de una intervención militar para proteger su control sobre el poder”.
El círculo cercano del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, plantea la posibilidad de dar un autogolpe de Estado para imponer un régimen militar, con el objetivo de mantener el poder ante la crisis agravada por coronavirus, según un reportaje publicado por el diario The New York Times.
En un artículo divulgado el 11 de junio, el rotativo estadounidense señala que mientras el gigante latinoamericano enfrenta su peor crisis en décadas, “el presidente Bolsonaro y sus aliados manejan la posibilidad de una intervención militar para proteger su control sobre el poder”.
El diario cita como un ejemplo de esta situación, las declaraciones del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del actual mandatario brasileño, quien aseguró que la instalación de una dictadura militar en el país es cuestión de tiempo.
“La opinión ya no gira en torno a si ocurrirá, sino cuándo sucederá“, dijo hace poco Eduardo Bolsonaro, en entrevista con un bloguero.
Esta no es la primera vez que el hijo de Bolsonaro advierte la posibilidad de dar un golpe, ya que en octubre pasado, señaló que se podrían imponer medidas dictatoriales “si la izquierda se radicaliza”. Una declaración que desató una oleada de protestas en el país sudamericano.
El New York Times también apunta que, si bien los analistas no ven posibilidades de que el golpe militar se concrete, sí resulta preocupante que el círculo cercano a Bolsonaro continuamente esté amagando con imponer una dictadura.
La crisis política en Brasil
En las últimas semanas, el malestar social y el descontento contra el Gobierno de Brasil se han recrudecido como consecuencia del creciente número de fallecimientos y contagios de covid-19.
El pasado lunes, un juez del Supremo Tribunal Federal ordenó al Gobierno dar a conocer los datos sobre el creciente número de muertos, mismos que la administración de Bolsonaro se había negado a difundir, de manera arbitraria, aparentemente con el objetivo de contener las críticas y protestas por el manejo de la crisis.
Brasil es el segundo país del mundo con mayor número de contagiados por coronavirus a nivel global, con más de 739.000 casos (solo detrás de EE.UU.) y el tercero con mayor número de fallecidos (38.406 muertos), según los últimos datos del Ministerio de Salud.
Además de la crisis sanitaria, dos hijos del presidente están bajo investigación judicial por corrupción, y por contribuir a campañas de desinformación y difamación durante la elección presidencial de 2018, en la que resultó ganador Bolsonaro.
El mandatario brasileño también amenazó a principios de junio con utilizar la fuerza pública para reprimir protestas antifascistas, a quienes calificó como “marginales y terroristas”.
En los últimos meses, el Gobierno de Brasil ha enfrentado una serie de renuncias del gabinete, entre las cuales destacó la salida del exministro de Justicia, Sergio Moro, quien acusó al actual mandatario de querer “desestabilizar al país”, luego de que dos militares de alto rango dijeran que las investigaciones contra Bolsonaro eran un riesgo para la estabilidad del país.
Desde el inicio de su gestión, Bolsonaro ha registrado una drástica caída en la aceptación ciudadana, debido a diversas medidas sociales, incluyendo la gestión de su administración en los incendios de la Amazonia, los “llamados a la violencia” a simpatizantes de ultraderecha y ahora, la gestión por la epidemia de covid-19.
Fuente: RT