En España, uno de los países más afectados del mundo por la pandemia del covid-19 –con casi un cuarto de millón de contagios y más 27.000 fallecidos–, más de 11.000 personas han tenido que ser atendidas por este motivo en las unidades hospitalarias de Cuidados Intensivos (UCI).
Son pacientes que han estado a punto de sucumbir ante el virus, que han pasado días inconscientes y han sufrido el desconcierto de despertarse entubados y aislados de su familia. Sus testimonios desvelan una faceta tan dura como emotiva en la experiencia de los enfermos graves de coronavirus.
“Es una soledad absolutamente aplastante”, asegura el doctor Salvador Espinosa, un médico que tuvo que ser ingresado en la UCI tras contagiarse, y que aún tiene entre sus peores recuerdos “el no poder dar un abrazo, el no poder sentir ese contacto, que alguien te agarre la mano”.
En España, uno de los países más afectados del mundo por la pandemia del covid-19 –con casi un cuarto de millón de contagios y más 27.000 fallecidos–, más de 11.000 personas han tenido que ser atendidas por este motivo en las unidades hospitalarias de Cuidados Intensivos (UCI).
Son pacientes que han estado a punto de sucumbir ante el virus, que han pasado días inconscientes y han sufrido el desconcierto de despertarse entubados y aislados de su familia. Sus testimonios desvelan una faceta tan dura como emotiva en la experiencia de los enfermos graves de coronavirus.
“Es una soledad absolutamente aplastante”, asegura el doctor Salvador Espinosa, un médico que tuvo que ser ingresado en la UCI tras contagiarse, y que aún tiene entre sus peores recuerdos “el no poder dar un abrazo, el no poder sentir ese contacto, que alguien te agarre la mano”.
Fuente: RT