La noche de este 5 de junio nos regala dos fenómenos astronómicos de una vez. Mientras la llamada Luna de frutilla surge en el cielo del Occidente con toda su voluptuosidad redonda y plateada, otra parte del globo además la ve escondida bajo una oscura penumbra por algunos instantes en el segundo eclipse lunar de 2020.
La Luna llena de frutilla lleva ese nombre porque coincide con la temporada de cultivo de la fruta en Estados Unidos; no tiene que ver con su efecto visual. Asimismo, este año se dio la casualidad de que coincide con un eclipse.
El eclipse lunar de 3 horas, 18 minutos y 13 segundos de duración, según indicó la NASA, se puede acompañar en buena parte del hemisferio sur: en su totalidad para quienes estén en África, Oceanía y una mitad de Asia; y rápidamente al atardecer en el este de Sudamérica —todo Uruguay, la costa de Argentina y Brasil y el extremo sur de Chile—.
Se trata de un eclipse penumbral, es decir que la órbita de la Luna posiciona la mitad de su cara en la sombra de la Tierra que, en este caso, ocurrirá a las 18:45 GMT (15:45 horas en América del Sur. Así es como cobra un aspecto oscuro y plateado.
¿Por qué ocurre un eclipse lunar?
Así como la Luna orbita alrededor de la Tierra, nuestro planeta lo hace alrededor del Sol. Cuando ambas órbitas coinciden, la Tierra queda en medio de ambos astros, y la luz del Sol queda bloqueada por el planeta, lo que hace que la Luna no reciba la luz: ahí se forma el eclipse.
El 2020 todavía nos reserva otros dos eclipses lunares: el próximo entre el 4 y el 5 de julio y el último del 29 al 30 de noviembre.
Fuente: Sputnik