Después de que el mal tiempo impidiera el miércoles pasado el despegue de la misión Demo-2 desde Cabo Cañaveral, la NASA y la compañía aeronáutica SpaceX volverán a intentarlo este sábado pese al reto que representa el clima en Florida (EEUU), con el 50% de probabilidades de que se produzca el lanzamiento.
“Es un verdadero desafío el intentar competir con el clima aquí en Florida durante el verano, pero vamos hacer lo correcto”, aseguró el director del Centro Espacial Kennedy, Bob Cabana, en una rueda de prensa este viernes. “Todo sigue hacia adelante y tenemos un cincuenta por ciento de posibilidades con el tiempo mañana, así que veremos lo que pasa”, agregó.
Está previsto que el cohete Falcon 9 despegue a las 15:22 hora local (19:22 GTM) desde la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy si las condiciones meteorológicas lo permiten, que al parecer serán más favorables que las del día 27 cuando la nubosidad y la electricidad en el ambiente lo impidieron.
Aproximadamente a las 10:29 de la mañana del domingo (14:29 GTM) se espera que la cápsula Crew Dragon con los astronautas de la NASA Bob Behnken y Doug Hurley llegará a la Estación Espacial Internacional (EEI) y procederán a acoplarse a ella tras lo cual serán bienvenidos por la tripulación de abordo.
“Nuestra mayor prioridad siempre ha sido Bob y Doug y unos días atrás teníamos mucha electricidad en la atmósfera. No había rayos, pero el lanzamiento podía haber producido una tormenta eléctrica. La NASA y SpaceX sabían que debían cumplirse determinados parámetros para el despegue”, subrayó el administrador de la NASA, Jim Bridenstine.
Sin embargo, dada la incertidumbre meteorológica el despegue se podría retrasar hasta el domingo a las 15:30 (19:30 GTM) cuando habría otra ventana para el lanzamiento e incluso se están valorando algunas fechas posteriores en caso de que no se pudiera realizar este fin de semana.
Entretanto, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) sigue de cerca un sistema de bajas presiones que se está desarrollando en el océano Atlántico y que tiene un 50 % de probabilidades de convertirse durante el fin de semana en la tercera tormenta tropical de esta cuenca.
Se podrá ver en Vivo pro le canal de la NASA:
LANZAMIENTO HISTÓRICO EN SUELO DE EEUU
Al igual que en el intento del miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, acudirá este sábado para presenciar el lanzamiento de la cápsula Crew Dragon. La misión, denominada como “histórica” por el administrador adjunto de la Agencia aeroespacial estadounidense, Jim Morhard, busca volver a enviar a astronautas desde Estados Unidos a la EEI nueve años después de que se cancelara su programa de transbordadores espaciales.
“Estamos realmente liderando el inicio de la revolución espacial y esto es algo mucho más grande que nosotros, pero nuestra objetivo es inspirar a una nueva generación, dar esperanza a mucha gente que lo necesita y unificar al país y al mundo entero”, aseveró Morhard.
Desde el último vuelo del transbordador Atlantis a la órbita terrestre en 2011, la NASA se ha visto obligada a utilizar los sistemas de lanzamiento rusos como el Soyuz para poner en órbita a sus astronautas.
También es el primero tripulado de esas características operado por una compañía privada, pues aunque Virgin Galactic ha realizado ya vuelos tripulados al espacio han sido hasta una altitud inferior a la necesaria para llegar a la EEI.
La misión Demo-2 forma parte del programa comercial de vuelos espaciales con el que la NASA busca abaratar los costes de los viajes al espacio a través de compañías privadas como la de Elon Musk, fundador de SpaceX.
Las compañías aeroespaciales Boeing y SpaceX fueron seleccionadas en septiembre de 2014 para diseñar naves, cohetes y sistemas que permitan el transporte de tripulaciones de la NASA a la EEI.
LA MISIÓN DEMO-2
Behnken y Hurley viajarán hasta la EEI iniciando una misión que durará aproximadamente entre 6 y 16 semanas durante las que realizarán investigaciones científicas y técnicas en el espacio.
Durante la misión se pondrá a prueba el sistema de lanzamiento de SpaceX, la empresa fundada por Elon Musk y que junto a Boeing obtuvieron en 2014 los dos contratos del gobierno para poner a prueba la comercialización de los viajes espaciales.
Después de volver a la Tierra y certificar la validez del cohete, cápsula y sistema de lanzamiento y aterrizaje, la NASA comenzará a realizar misiones operacionales con el equipo de SpaceX y se estima que Crew-1 despegue el 30 de agosto, aunque la fecha variará según la duración de la misión Demo-2.
Siguiendo este modelo la NASA quiere comercializar la órbita terrestre para luego dar un paso más allá y volver a poner el pie en la Luna en 2024 y, eventualmente, llevar al ser humano hasta Marte en 2030.
El Centro Espacial Kennedy abrió sus puertas por primera vez desde el inicio de la pandemia del SARS-CoV-2 el pasado jueves y algunos afortunados podrán ver en directo el despegue desde la zona de visitantes, aunque el aforo se ha limitado y se pedirá a los visitantes que se respeten las normas de seguridad.
Bridenstine recordó que el miércoles acudió mucha gente al lanzamiento y que esperan que el fin de semana aumente, pero advirtió que se mantendrán las medidas de seguridad para proteger a los trabajadores involucrados en el lanzamiento.
La preparación
Behnken y Hurley, veteranos de dos misiones del transbordador espacial cada uno, han estado en cuarentena por más de dos semanas y han sido regularmente examinados por COVID-19. Hoy, se les servirá un buen desayuno y se someterán a los últimos controles médicos.
Unas cuatro horas antes del despegue, la dupla se pondrá sus futuristas trajes espaciales diseñados por SpaceX y se despedirá de sus esposas, ambas ex astronautas, y de sus hijos.
Los astronautas serán conducidos a la Plataforma de Lanzamiento 39A, que fue usada para el histórico viaje del Apolo 11 a la Luna en 1969, en un coche eléctrico Modelo X construido por Tesla, una de las otras compañías de Musk.
Después de los 20 minutos de viaje, Behnken y Hurley subirán en un ascensor a la cápsula Crew Dragon que se encuentra en la parte superior del cohete Falcon 9.
Los astronautas serán atados a sus asientos por técnicos de tierra y comenzarán los preparativos finales. Unas dos horas antes del despegue, la escotilla se cerrará en la cápsula y los astronautas armarán el sistema de escape que se utilizará en caso de emergencia durante el lanzamiento. La carga de combustible del cohete con propulsor comienza 45 minutos antes del despegue.
El despegue
Si el tiempo lo permite, el despegue está programado para las 15:22 (19:22 GMT) del sábado. Los habituales miles de invitados al lanzamiento de un cohete estarán ausentes esta vez debido a la pandemia de coronavirus.
Dos minutos y 33 segundos después del despegue, el propulsor reutilizable de la primera etapa del Falcon 9 se separará y comenzará su regreso a la Tierra, donde se planea aterrizar en la costa de Florida en una barcaza bautizada “Por supuesto que todavía te quiero”.
Doce minutos después del despegue, la segunda etapa del cohete se separa del Crew Dragon.
Acoplamiento
Una vez en órbita, los astronautas deben llevar a cabo una serie de comprobaciones de la Tripulación Dragón en lo que está diseñado para ser el vuelo de prueba final antes de que la NASA certifique la cápsula para los vuelos regulares de la tripulación.
Durante las próximas 19 horas, la Tripulación Dragón se dirigirá a la ISS, que está orbitando a una altitud media de 250 millas (400 kilómetros) sobre la Tierra. La Tripulación Dragón se acoplará entonces autónomamente a la ISS, y Behnken y Hurley se unirán al astronauta estadounidense Chris Cassidy y a los cosmonautas rusos Anatoly Ivanishin e Ivan Vagner a bordo de la estación espacial en órbita.
Regreso
La duración de la estancia de Behnken y Hurley a bordo de la ISS no se ha determinado todavía, pero la tripulación del Dragón puede pasar hasta 114 días en el espacio, o 16 semanas. El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, ha dicho que pueden regresar a la Tierra a principios de agosto.
Después de separarse de la ISS, la Tripulación Dragón comenzará su descenso, salpicando en el Océano Atlántico frente a la costa de Florida. Será frenado por cuatro grandes paracaídas, el mismo método utilizado para el regreso de las cápsulas Apolo de la NASA, aunque aterrizaron en el Pacífico.
Fuente: Infobae