Este sábado, 30 de marzo, SpaceX, la compañía de transporte aeroespacial del multimillonario estadounidense Elon Musk, aspira a convertirse en la primera empresa privada de la historia que pone astronautas en órbita.
Además, la misión, que ha sido bautizada SpaceX Demo-2, es el primer viaje espacial de astronautas de la NASA que despega de suelo estadounidense en casi una década. Inicialmente, el lanzamiento estaba programado para el miércoles 27 de mayo pero fue pospuesto debido a problemas climáticos.
Los astronautas estadounidenses Douglas Hurley y Robert Behnken despegarán a las 19:22 GMT desde la misma plataforma de lanzamiento que fue utilizada durante la última misión del transbordador espacial de la NASA en 2011. Los astronautas despegarán a bordo de la cápsula espacial Crew Dragon, acoplada al cohete reutilizable Falcon 9 de SpaceX.
La duración exacta de la estancia en el espacio de Hurley y Behnken aún no se ha determinado, aunque, según la NASA, la cápsula que se utiliza en esta prueba de vuelo puede permanecer en órbita hasta 110 días. La nave operativa Crew Dragon será capaz de hacerlo durante al menos 210 días.
Una maniobra exitosa permitiría a la NASA alcanzar su máxima prioridad de abrir “una nueva era de vuelos espaciales tripulados”, en la que “astronautas estadounidenses vuelvan a ser lanzados en un cohete estadounidense desde suelo estadounidense”, según indica la agencia en su página web.
Desde la suspensión del programa del transbordador de la NASA en 2011, la agencia espacial estadounidense ha trasladado a sus astronautas hasta la Estación Espacial Internacional mediante los cohetes Soyuz de la Agencia Espacial Federal de Rusia, a cambio de cientos de millones de dólares. Así, el lanzamiento de este miércoles es de vital importancia para EE.UU., que busca no depender la tecnología rusa en el relanzamiento de su carrera espacial.
Fuente: RT