Los primeros ensayos en humanos de una vacuna en contra del nuevo coronavirus se iniciaron en Estados Unidos este lunes.
La vacuna será probada en un grupo de 45 voluntarios sanos en el centro de investigación que la organización Kaiser Permanente tiene en la ciudad de Seattle.
De acuerdo con una nota de prensa de esa institución, los primeros cuatro voluntarios recibieron ya este lunes la dosis correspondiente de este ensayo clínico respaldado por el gobierno de Donald Trump.
La vacuna no puede causar el covid-19 pero contiene un código genético inocuo copiado del virus que causa la enfermedad.
Según los expertos, se necesitarán varios meses para saber si funciona esta vacuna u otras que están en desarrollo.
Investigación a ritmo forzado
Científicos alrededor del mundo están intentando acelerar el ritmo de las investigaciones.
En el caso de estos primeros ensayos en humanos, financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), están saltándose un paso previo que normalmente se usa en este tipo de estudios: asegurarse primero de que la vacuna es capaz de provocar una respuesta inmune en animales.
Pero la empresa biotecnológica detrás de esta investigación, Moderna Therapeutics, afirma que la vacuna fue creada usando un proceso de fiabilidad comprobada.
“Esta vacuna usa una tecnología preexistente. Fue creada con un estándar muy alto, empleando cosas que sabemos que son seguras para las personas y quienes participan en el ensayo serán sometidos a un seguimiento muy riguroso”, señala el doctor John Tregoning, un experto en enfermedades infecciosas del Imperial College de Londres.
“Sí, esto es muy rápido, pero esta es una carrera contra el virus, no en contra de otros científicos, y se está haciendo por el bien de la humanidad”, agrega.
Usualmente, las vacunas contra los virus -como el sarampión- se hacen con muestras débiles o muertas del virus.
Pero la vacuna mRNA-1273 no fue creado con el virus que causa el covid-19.
En lugar de ello, incluye un segmento pequeño de un código genético copiado del virus que los científicos han sido capaces de crear en un laboratorio.
Con suerte, esto preparará al propio sistema inmune del cuerpo para combatir la infección real.
Los voluntarios recibirán distintas dosis de la vacuna experimental. Cada uno de ellos será pinchado en el brazo en dos ocasiones, con 28 días de separación entre las dosis.
Pero incluso si estas pruebas iniciales van bien, aún podría tomar hasta 18 meses para que una vacuna potencial esté disponible para el público en general.
Fuente: BBCMundo