El coronavirus mantiene en jaque a Italia, que registra por el momento más de cuarenta fallecidos y camina hacia los 2.000 contagiados, desde que hace casi dos semanas se registró el primer positivo en el país. Ante esta situación, el Gobierno de Giuseppe Conte ha aprobado un decreto con una serie de medidas para evitar el contagio, entre las que se encuentran mantener aislada la ‘zona roja’ -la más afectada- o guardar un metro de distancia entre personas en las regiones de Lombardía, Véneto y Emilia-Romaña.
Para la aplicación de estas disposiciones ‘anticontagio’, el Ejecutivo italiano ha dividido al país en tres zonas: la roja, la más castigada y que incluye los 11 municipios más afectados; la amarilla, que comprende Lombardía, Véneto y Emilia Romaña, las tres regiones que más casos acumulan; y finalmente el resto del territorio nacional, para el que se han dispuesto otras medidas.
Una de las medidas más llamativas recogida en este decreto es la que impone que las personas que acudan a lugares de culto, museos, bares, restaurantes o centros comerciales en la ‘zona amarilla’ deben permanecer separadas por al menos un metro de distancia para evitar el contagio. La apertura de estos recintos queda supeditada a su capacidad para cumplir esta disposición.
En esta línea, en esta ‘zona amarilla’ también queda prohibido el servicio en la barra en bares y restaurantes, por lo que queda restringido a las mesas.
Once pueblos continúan aislados
Con este decreto, el Gobierno italiano mantiene aislada la ‘zona roja’, en la que residen en torno a 50.000 personas, donde se prohíbe el acceso o la salida. Allí permanecen suspendidos eventos de cualquier tipo y las escuelas siguen cerradas, igual que los museos, institutos culturales y comercios.
En estos once municipios, las administraciones públicas y las demás empresas mantendrán interrumpida su actividad habitual, excepto aquellas que desarrollen una labor esencial y estrictamente necesaria. El servicio de transportes de mercancías y personas también seguirá suspendido, salvo productos de primera necesidad.
En la zona amarilla, además de la distancia de seguridad de un metro entre personas, se mantienen cancelados los eventos deportivos y el resto de competiciones que aglutinen a masas de gente, aunque se permite que se celebren a puerta cerrada. Tampoco abrirán por el momento las escuelas, los cines, las piscinas o los gimnasios, y los centros comerciales cerrarán los finde se semana. Estas medidas estarán en vigor, por el momento, hasta el 8 de marzo.
En el resto del país se exigirá que los edificios de la Administración y el resto de locales abiertos al público dispongan de soluciones desinfectantes para la higiene de las manos. Asimismo, los alcaldes promoverán la difusión de información en locales comerciales y las empresas de transporte público adoptarán iniciativas extraordinarias para prevenir la propagación del COVID-19.
Fuente: 20MinutosEs