Nadie ha probado que puedan contraerlo, pero los animales domésticos son las víctimas colaterales de un coronavirus que ha causado pánico en buena parte de la población de China, donde se han dado casos de dueños de mascotas que las han abandonado por miedo a que transmitan la temida enfermedad. Sin embargo, muchos otros son cuidados como un integrante más de la familia y reciben las mascarillas improvisadas para prevenir posibles contagios.
Aunque es cierto que existen tipos ya conocidos de coronavirus que afectan a gatos y perros, la transmisión se produce únicamente entre miembros de una misma especie y no con humanos, por lo que los expertos descartan, por el momento, que el virus de Wuhan pueda saltar a esos animales.
Se cree que la transmisión a humanos del coronavirus de Wuhan tiene relación con la compraventa y el consumo de animales salvajes, y las autoridades han decidido suspender, al menos temporalmente, ese tipo de actividades. Supuestamente originado en un murciélago, los expertos afirman que hubo un “animal intermediario” entre esos mamíferos y las personas. Ese ‘eslabón perdido’ ya había levantado suspicacias.
Pero lo que generó una psicosis entre muchos dueños de mascotas fueron las palabras de Li Lanjuan, experta del comité nacional que investiga el coronavirus, quien afirmó en una reciente entrevista que los animales domésticos que habían estado expuestos a focos epidémicos también deberían ser puestos en cuarentena.
El filtro de las redes transformó este mensaje de prudencia en “las mascotas pueden contraer el coronavirus”, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegure que todavía no hay prueba alguna de que eso ocurra.
En Beijing, Peng Yunsan, de 31 años y dueño de un “obsesivamente limpio” perro chow chow, asegura no estar preocupado, pero ha tomado medidas de precaución como aislarle del contacto con otros perros y desinfectar frecuentemente su casa.
Por su parte, Tang, de 32 años, tiene dos perros y tres gatos, y afirma que está teniendo “mucho cuidado” al pasear a sus canes, aunque no ha cambiado sus rutinas por miedo a que se contagien.
La ciudad de Wuhan, epicentro del brote, se encuentra bajo cuarentena desde el 23 de enero. Antes de ese día, cinco millones de habitantes salieron de la ciudad, y no han podido volver debido al cierre de los accesos.
Muchos dejaron a sus mascotas en casa con comida y agua suficiente para unos días, con la intención de regresar tras las vacaciones del Año Nuevo chino. Al no poder hacerlo, sus animales se han quedado atrapados en sus hogares sin los cuidados que necesitan.
Por eso, varias asociaciones animalistas de la ciudad se han movilizado -en un momento en el que nadie quiere salir a la calle- y están yendo a las casas de dueños de mascotas que les piden ayuda para dar de comer y de beber a los animales, cuidar sus condiciones higiénicas o incluso llevarlos temporalmente a casas de amigos.
Según la Asociación para la Protección de Pequeños Animales de Wuhan, hay entre 300.000 y 600.000 perros y gatos domésticos en la ciudad, de 11 millones de habitantes. Los cerca de 70 voluntarios de la organización han ido a cientos de casas, y han recibido solicitudes para ir a otras 3.000, explica a Efe a través de una aplicación de mensajería su presidente, Du Fan. En algunos casos, llegaron cuando ya era demasiado tarde. “Habrá más (casos en los que encuentren muertas a las mascotas) en el futuro. Hay tanta gente pidiendo ayuda que no damos abasto”, lamentó Du.
Los voluntarios hacen videollamadas con los dueños mientras están en sus casas, y llevan comida de forma gratuita a los hogares donde ya no queda mucha. En los apartamentos con contraseña pueden entrar sin problema, pero en los que tienen cerradura han de usar los servicios de un cerrajero, gasto que ha de afrontar el dueño ausente.
China es el hogar de una creciente población de dueños de mascotas, con un gasto relacionado con las mascotas en China que alcanzará los 170,8 mil millones de yuanes (23,7 mil millones de dólares) en 2018, según un informe de Pet Fair Asia y el sitio web de mascotas Goumin.com.
(Con información de EFE y AFP)