Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, recibió hoy a Miguel Díaz-Canel Bermúdez en el Patio de Honor del Palacio Nacional ubicado en la Ciudad de México.
El presidente de la República de Cuba, de visita oficial en tierra azteca, llegó este mediodía a la sede del Ejecutivo y también Casa Presidencial acompañado de su esposa Lis Cuesta Peraza.
Primero la pareja anfitriona cruzó el Patio en busca de los visitantes y juntos saludaron a grupos solidarios que, situados a las puertas del Palacio, daban vivas a la amistad entre Cuba y México y gritos de “¡Cuba sí, yanquis no!”
Todo fue tan sencillo, como el estilo de Gobierno de ambos mandatarios. Bajo una lluvia pertinaz, que sólo ha cesado a ratos, aquellos gritos solidarios le pusieron color a la ceremonia.
Después todo fue solemne y breve. Un presentador dijo todas las palabras y la banda de uniforme interpretó los dos himnos.
Entonces, las dos parejas subieron a las oficinas del Despacho Presidencial, las dos delegaciones se retiraron y se desató el aguacero, que hasta ese minuto se había contenido para no deslucir la ceremonia.
Los dos presidentes sostuvieron una reunión privada en el Despacho Presidencial, en tanto Beatriz Gutiérrez y Lis Cuesta compartieron impresiones en la Oficina de la Primera Dama.
En la reunión privada de López Obrador y Díaz-Canel participaron por México Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores y el viceministro Maximiliano Reyes Zúñiga; por Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores y Pedro Núñez Mosquera, embajador de Cuba en México.
Siempre, según el programa previo, después se trasladan al Salón Hispanoamericano para la Reunión ampliada de ambos Mandatarios junto a sus comitivas.
Aquí viven, en un apartamento sencillo, Andrés Manuel López Obrador, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y su hijo adolescente que lleva de nombres Jesús Ernesto, por Cristo y por el Che, como lo han reconocido sus padres.
Después que mandó cerrar la Residencia de Los Pinos y convertirla en museo al que se accede gratuitamente, AMLO se instaló en este vetusto Palacio del siglo XVI, una de las edificaciones emblemáticas del centro histórico de la Ciudad de México junto a la histórica Catedral, en la Plaza del Zócalo.
Lo que vemos en las fotos son los balcones sobre el Patio de Honor, donde son recibidos los huéspedes ilustres. Justo detrás de los cristales está el despacho presidencial.
A través de ellos, imágenes de los próceres de esta gran nación donde resulta imposible estar sin pensar en Martí, en Mella, en Fidel, Raúl, Almeida y la generación que aquí junto fuerzas y apoyos para liberar a Cuba.
Mientras llegan los presidentes pienso en ellos y suena en mis oídos La Lupe de Almeida. Quizás la banda que espera vestida de gala, toque más que los himnos nacionales.
Aunque todos los diálogos transcurrieron sin acceso de los medios, las declaraciones previas de Reyes Zúñiga permiten intuir que se afianzará la cooperación y se profundizarán las históricas relaciones entre ambos países en prácticamente todos los ámbitos, pero en particular en áreas como la energía, la Educación y la Salud.
México es el quinto emisor de turismo a Cuba, el tercer socio comercial de la Isla en América Latina y el quinto en el mundo. Aún así hay muchas reservas por aprovechar que podrían abrirse en el nuevo escenario que abre esta visita.
Un solo día, unas pocas horas, en Casa del amigo, dejan esa señal de extraordinarias cercanías.
Fuente: Cubadebate