El episcopado haitiano ha mostrado angustia ante la forma en que ese país se ha presentado durante más de un mes: “Es como si estuviéramos en un estado de guerra fratricida. Llegamos allí por el comportamiento de los funcionarios y líderes electos. Este ya no es el momento de proclamar que todos somos culpables. Esta no es la verdad, ni es para decir que condenamos en general cualquier tipo de violencia; tiene un origen”, declaran los obispos en un comunicado.
“A pesar de nuestros reiterados llamamientos -continúa la nota- en los últimos dos años, los actuales líderes, políticos electos y responsables, siguen sordos, comprometidos con la gestión de su poder, sus privilegios y sus mezquinos intereses. Mientras tanto, algunos sectores de la sociedad se enriquecen cada vez más, sobre los hombros de los pobres que no pueden comer ni pagar la educación de sus hijos. “¿Hay violencia más atroz que vivir constantemente en la inseguridad? Qué es peor que la miseria negra que quita toda esperanza”, se preguntan los obispos haitianos. “Ningún pueblo debe aceptar la miseria, la pobreza y la violencia de una manera derrotista.
Por lo tanto, los más altos poderes del Estado deben asumir sus responsabilidades para garantizar el buen funcionamiento del país y de las instituciones; son moralmente responsables de la seguridad y el bienestar de la población. Y, en primer lugar, el presidente de la República. Si el país está en llamas es por su irresponsabilidad”. De ahí la clara invitación a sacar las consecuencias de esta situación: “¿Cómo no pueden saber lo que sabe todo el mundo? Necesitamos una sacudida de conciencia, para medir el alcance de los fracasos acumulados y sacar las consecuencias de ellos. Es hora de que la acción cambie vidas en Haití. Mañana será demasiado tarde.
La nota concluye con una invitación de los obispos: “Pueblo haitiano, unámonos para derrotar la inseguridad, la corrupción, la impunidad, la violencia y todas las semillas de la muerte. Dios nos creó para la vida. Por esta razón, tenemos derecho a existir y a vivir con dignidad. En los últimos días, la Conferencia de Religiosos de Haití también pidió en una nota “la creación inmediata de un gobierno nacional de emergencia”.