Terrible experiencia por la que está atravesando un británico de nombre Danny Polaris, el cual lleva ya más de 15 días ingresado en un hospital en Berlín y está a punto de perder el pene por una terrible decisión y su adicción al sexo.
De acuerdo a la información publicada por Daily Mail, Danny lleva más de 2 semanas sufriendo lo que él describe como una “dolorosa y potencialmente mortal” erección, luego de que desde hace ya varios años se ha estado inyectando directamente en su miembro un medicamento que alguien le recomendó como un potenciador sexual, además de consumir Viagra.
En el hospital, los médicos le diagnosticaron priapismo, producto de una reacción alérgica derivada de la combinación de estos dos medicamentos con otro que consume regularmente y que supuestamente evita que se contagie de VIH, ya que el Polaris es homosexual.
“Fue una de las peores decisiones de mi vida. Algunos días me despierto y lloro por lo estúpido que fui, por lo que he perdido, por lo que me puede pasar”, comentó el hombre.
El problema es que los doctores le han dicho que si los tratamientos no funcionan, lo más seguro es que deberán amputarle el pene.
Fuente: LaOpinión