En poco menos de tres minutos la celebridades más destacada de Hollywood explican de qué se trata. La duras imágenes son acompañadas por los relatos de las personalidades que piden frenar con la aberración.
Joaquin Phoenix mira de frente a la cámara y sus ojos se llenan de lágrimas. Sigue Matt Damon con la misma angustia y tras él aparece la imagen desencajada de Rooney Mara. Todos ellos estaban viendo las imágenes del Festival de Yulin que, desde 2010, se celebra cada año con la matanza descontrolada de miles de perros.
Pero no los matan así nada más: los torturan, los cuelgan y despellejan vivos porque creen que cuando más sufre el animal mejor sabrá su carne y más propiedades dejarán sus gritos desgarrados en quienes las consuman en forma de guiso.
Eso ocurre en Yulin, al sur de China, y es considerado un festival de comida programado para el solsticio de verano, que comienza con la estación y se extiende diez días. Pero no se detiene allí. El festival anual es el intento de los comerciantes chinos de efectivizar el comercio de carne de perro. No es una costumbre arraigada a sus tradiciones.
Cada año, los invitados sufrientes al banquete son, al menos, 10.000 perros cazados en las calles, robados, vendidos y que serán amontonados en pequeñas jaulas oxidadas o llevados colgando en bicicletas, motos pequeñas o llenarán las cajuelas de las camionetas para llegar al lugar donde serán asesinados tras una larga agonía.
Los animales se cocinan y sirven como guisos, típicamente acompañados de fruta de lichi, en cientos de restaurantes en toda la región, al igual que pasa en Occidente con otras especies animales.
La telefonía celular y las redes sociales descubrieron lo que escondía Yulin
Sucedía de la misma manera en que se realizaban en cualquier rincón del mundo celebraciones o festividades en la que los animales son víctimas, pero la proliferación de las imágenes de perros siendo golpeados, asesinados tras sufrir métodos tortuosos en los que se los despelleja, destripan y hierven vivos trascendieron las fronteras. El rechazo fue inmediato.
Según supieron los activistas por los derechos de los animales de Yulin que se manifestaron en contra del festival, la creencia local dice que infligir tanto dolor a los animales, el mayor que les sea posible de generarles, hace que la carne sea más sabrosa y la impregne de beneficios para la salud.
La viralización de esas crueles escenas generaron que Estados Unidos, sobre todo, se oponga fervientemente a la realización del Festival de Yulín. También lo rechaza Europa.
Así, las celebridades de Hollywood —entre ellos los activistas veganos Joaquin Phoenix, Matt Damon y Rooney Mara— grabaron en 2015 un video que se difundió antes de la edición de 2016 del festival en el que imploran que se frene la matanza.
“No es sobre ser americano, no es sobre ser asiático, no es sobre ser indio, o canadiense, o británico… esto es sobre ser humano”, dice el spot.
A poco de que esas imágenes se difundieran y se volviera viral (por primera vez porque hace pocos días volvió a copar las redes) la Humane Society International con sede en Washington, DC, presentó una petición con 11 millones de firmas a la embajada china en Londres exigiendo que se prohibiera el festival.
“¿Por qué la gente siempre se mete con Yulin?”, preguntó un comensal en una protesta y siguió: “¿No han visto cómo los japoneses comen sashimi de rana toro en vivo?”
La comparación podría hacerse con todos los animales que son usados como ingredientes, pero el estupor que despierta el Festival de Yulin en Oriente es porque las víctimas son perros, especie domesticada para vivir entre las personas.
Pero las actitudes sobre los perros, que se han consumido históricamente en toda Asia, y en partes de Europa, América, Australia y África, también están cambiando en China continental: un estudio reciente revela que el 64 % de los ciudadanos chinos ahora se oponen al consumo de carne canina.
El video es parte del proyecto Compassion y muestra imágenes perturbadoras de la masacre y fue encabezado por el activista por los derechos de los animales Marc Ching, referente del grupo Animal Hope & Wellness Foundation, una organización de bienestar animal autofinanciada.
Ching ha viajado a Asia varias veces con el objetivo de salvar perros de ser asesinados. Además, recorre los restaurantes y les paga para que mantengan sus puertas cerradas durante los 10 días del festival.
Gracias a su accionar rescató a más de 2.000 perros de la matanza.
Salvarlos, muchas veces estando solo, no le es fácil ya que el reglamento del festival establece que los perros deben retirarse de Yulin antes de las 17:00 de cada 21 de junio, por lo que Ching debe estar siempre a tiempo.
Hasta el momento, los miles de perros rescatados fueron transportados a una casa de seguridad en Naning, a tres horas fuera de Yulin, donde luego serán atendidos por un equipo de veterinarios enviados desde Indonesia, el Reino Unido, Hong Kong y Los Ángeles.
Tras la cuarentena médica, el activista intentará encontrar hogar para los perros en hogares amorosos.
El video se completa con las imágenes de Bill Maher, Minnie Driver, Kristin Bell, Pamela Anderson, hablando desde detrás de una peluca negra y rubia, la estrella del pop Sia.
“Cualquiera que tenga corazón, conciencia y compasión puede ver por qué muchos se ven obligados a hablar en contra de la bárbara tortura sádica de estos animales”, dijo la publicista de Hollywood, Christine Tripicchio.
Actualmente China no tiene ley de protección de los animales y los primeros intentos de proponerla fue en 2009, pero el Congreso Nacional Popular de China aún no tomó postura