La humanidad se dirige hacia “un escenario de apartheid climático, donde los ricos pagan para escapar del sobrecalentamiento, el hambre y los conflictos, mientras que el resto del mundo tiene que sufrir”. Esa fue la visión de un “desastre inminente” que ha presentado esta semana en un informe el relator especial de la ONU para la pobreza extrema y los derechos humanos, Philip Alston.
En su opinión, los organismos a favor de los derechos humanos se ocupan de asuntos insignificantes en comparación con la escala de problemas en aumento. Las medidas adoptadas han sido “evidentemente inadecuadas” y “totalmente desproporcionales a la urgencia y la magnitud de la amenaza”. Además, la metodología es “lamentablemente insuficiente”, aseveró.
Cientos de millones de pobres y desplazados
Alston advirtió que en este siglo XXI, cientos de millones de personas se enfrentarán a la inseguridad alimentaria, la migración forzada y a enfermedades. Para 2050, el cambio climático podría desplazar a 140 millones de personas en África subsahariana, Asia del Sur y América Latina. Habrá también cerca de 250.000 muertes adicionales al año como consecuencia de la malnutrición, la malaria, la diarrea y la hipertermia.
El mayor riesgo lo corren los más pobres, aseguró el relator de la ONU. Aquellos que pertenecen a las naciones menos responsables de la contaminación por dióxido de carbono y sus consecuencias, experimentarán el impacto más grave.
No obligatoriamente se trata de aquellos que actualmente viven en la pobreza. Según sus estimaciones, más de 120 millones de personas pasarán a formar parte de esa categoría para 2030. Incluso en los países desarrollados, muchas familias de clase media se volverán pobres, agregó.
Los más ricos, “mejor ubicados”
“Las personas en situación de pobreza suelen vivir en áreas más susceptibles al cambio climático y en viviendas menos resistentes. Pierden relativamente más cuando se ven afectadas, tienen menos recursos para mitigar los efectos y reciben menos apoyo de las redes de seguridad social o del sistema financiero para prevenir o recuperarse del impacto”, reza el informe.
“Ciertas personas y países se han hecho increíblemente ricos mediante las emisiones sin pagar los costos”, afirmó el autor. Los más ricos, responsables de gran parte de los gases de efecto invernadero emitidos y que más se han beneficiado de ellos, quedarán “mejor ubicados para hacer frente al cambio climático”.
No obstante, según la estimación de Alston, si la economía mantiene su rumbo actual, “no preservará el crecimiento a largo plazo” y no habrá “ningún tipo de futuro envidiable”, sino un “desastre”.
El informe urge a realizar “cambios estructurales profundos” en la economía mundial, con el fin de hacerla más verde y sostenible. Al mismo tiempo, insta a desarrollar una red de seguridad justa y estable para los trabajadores que perderán sus puestos de trabajo.
Fuente: RT Actualidad