Traducciones literales, cambios de género o frases que directamente no tienen ningún sentido.
Falta más de un año para las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, pero ya se siente un ambiente de precampaña.
Y algunos políticos, principalmente candidatos del Partido Demócrata, empiezan a expresarse en español.
En algunos círculos lo llaman el “síndrome de Cristóbal Colón”, que básicamente se refiere a un “redescubrimiento” de los votantes latinos en cada ciclo electoral.
O “hispandering“, un juego de palabras que alude a los mimos o los guiños que los políticos dedican a los hispanos para conseguir su apoyo.
Creciente interés
Prácticamente todos los precandidatos demócratas para las elecciones de 2020 tienen en su página web una sección en español.
En algunos casos está más elaborada que otros: van desde un simple eslogan con cuatro puntos básicos de la campaña hasta una traducción completa del contenido que se ofrece en inglés.
Hay un dato fundamental que explica este esfuerzo: en los comicios del año que viene el electorado latino (32 millones) superará por primera vez en la historia al afroestadounidense (30 millones).
“Vemos más candidatos que buscan otras maneras de llegar a diferentes comunidades, lo que incluye materiales y anuncios en español”, le dice a la BBC Clarissa Martínez, experta en voto latino.
El fenómeno no es nuevo. Jackie Kennedy utilizó el español para pedir el voto para su esposo, el entonces senador John F. Kennedy.
Más recientemente, el expresidente George W Bush recuperó la costumbre de incluir el español en los discursos y, desde entonces, hemos oído a candidatos de uno y otro partido hablando el idioma.
Algunos con más habilidad y gracia que otros.
“Gastar” la vida
De los demócratas que se han postulado para ser el candidato o candidata de su partido en 2020, casi ninguno supera el examen del español con buena nota.
Como apuntó una investigación de la publicación Politico el pasado mes, la senadora por California, Kamala Harris, decía en su página web que “gastó toda su vida defendiendo la democracia”, en lugar de utilizar el verbo “dedicar”.
El error fue corregido, hasta el punto de que, actualmente, la versión en español de la página de Harris es una de las más correctas.
La página de la senadora por Minnesota Amy Klobuchar se refirió a su madre usando un adjetivo masculino.
Y la de Julián Castro, el único precandidato latino hasta el momento, habla de la construcción de “una América para todos” en lugar de hablar de Estados Unidos.
Además, Politico comprobó que muchos de los textos en español eran simples traducciones hechas con Google Translate.
¿Es necesario?
Con su uso de un idioma que no dominan, los candidatos se exponen a críticas, señalamientos e incluso bromas y burlas.
Michael Bloomberg, por ejemplo, inspiró una cuenta de parodia en Twitter, @ElBloombito, que arrancó cuando el millonario era alcalde de la ciudad de Nueva York y todavía sigue activa.
Y la decisión de la campaña de Hillary Clinton, candidata demócrata en las elecciones de 2016, de publicar la lista “Siete cosas que Hillary Clinton tiene en común con tu abuela” generó una serie de respuestas negativas englobadas bajo la etiqueta #NotMyAbuela.
Así las cosas, aunque el esfuerzo de los políticos por expresarse en español se valore positivamente, no está claro que este gesto tenga peso o influencia real en el sentido del voto.
“La mayoría de los votantes latinos consumen la información en inglés o son bilingües”, indica Clarissa Martínez.
“Los candidatos creen que con un par de palabras se van a ganar a la comunidad, y es algo positivo, sí, pero no es suficiente”, agrega.
Fuente: BBC Mundo