La presunta asesina, que fingió ser la madre del bebé, planeaba criarlo como suyo tras haber perdido a un hijo mayor.
EE.UU. RT ACTUALIDAD- La Fiscalía del condado de Cook (Chicago, estado de Illinois, EE.UU.), ha revelado nuevos detalles del macabro asesinato de una joven embarazada a manos de dos mujeres que le extrajeron el feto el pasado 23 de abril. Según han podido saber los investigadores, Clarisa Figueroa, que permanece detenida a la espera de juicio junto a su hija y su novio, fingió que era la madre del bebé, que, supuestamente, planeaba criarlo como suyo tras haber perdido un hijo el año pasado, reporta AP.
Poco después de perder a su hijo, que murió en 2018 a los 20 años de edad, Clarisa Figueroa anunció que estaba embarazada. Según precisan las autoridades, la noticia sorprendió a los familiares ya que Clarisa se había sometido a una ligadura de trompas. El pasado mes de diciembre, la mujer subió a Facebook una foto de una ecografía de su supuesto bebé y, meses después, también compartió otra publicación en la que insinuaba que lo esperaba para mayo.
Clarisa dio con su supuesta víctima a través de un grupo de madres jóvenes de Facebook. Marlen Ochoa-López, estudiante de secundaria de 19 años, que ya tenía un niño de tres años y estaba en el noveno mes de embarazo, buscaba artículos para bebés, y la sospechosa le ofreció ropa gratis. Según recoge AP, el 1 de abril, Clarisa pidió a su hija Desiree “que le ayudara a matar a una mujer embarazada y conseguir un bebé”. Tres semanas más tarde, ambas llevaron a cabo su tétrico plan.
Sacó al bebé con un cuchillo de cocina
El 23 de abril Ochoa llegó a la casa de las Figueroa para recoger la ropa ofrecida por su nueva amiga de Facebook. Según los investigadores, el asesinato lo cometieron en el sofá de la casa, mientras Desiree distraía a Ochoa con un álbum de fotos. Fue entonces cuando la madre se acercó sigilosamente por detrás y le puso un cable alrededor del cuello.
Ochoa intentó resistirse, pero Desiree colaboró apartando los dedos que la víctima había interpuesto entre el cabe y su cuello. Cuando al cabo de cinco minutos Ochoa murió, Clarisa sacó al bebé de su vientre usando un cuchillo de cocina, se deshizo del cuerpo de la joven, que depositó en un cubo de basura en el patio trasero de su casa, y llamó al 911 para denunciar que acababa de dar a luz a un bebé que no respiraba.
La mujer incluso lanzó una campaña en la plataforma GoFundMe para recaudar dinero para el supuesto funeral del pequeño, alegando que estaba enfermo e iba a morir. El pequeño se encuentra ahora en el hospital en condición crítica.
Los detectives que investigaban la desaparición de Ochoa conectaron el caso con las Figueroa, después de que una amiga de la víctima les dijera que tenía intención de recibir algunas cosas para su bebé de una mujer que había conocido vía Facebook. Tras comprobar que el ADN del neonato no se correspondía con el de Figueroa, sino con el de Ochoa y su marido, los investigadores registraron la casa de las supuestas asesinas, donde encontraron evidencia de uso de limpiador, así como ropa quemada y sangre de la víctima.
Clarisa y Desiree Figueroa han sido acusadas de asesinato en primer grado y agresión agravada. El novio de Clarisa, Piotr Bobak fue acusado de ocultación de homicidio. Según NBC Chicago, este viernes los sospechosos comparecieron ante el juez y se les negó el derecho a fianza. La próxima vista está prevista para el 3 de junio.
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