RT Actualidad.- La expedición en Marte encabezada por el 'rover' Curiosity de la NASA lleva ya seis años y medio en el Planeta Rojo, y ahora los investigadores descubrieron un nuevo uso del instrumental a bordo, y es que el replanteo de sensores permite medir el tirón gravitacional, publicó la revista Science.
La clave estuvo en la modificación de los sensores de conducción del vehículo para convertirlos en gravímetros, con los que se pudo medir por primera vez la densidad de la roca en la parte baja del Monte Sharp, en el cráter Gale. Así se pudo verificar que la densidad de esas rocas es menor de lo que se pensaba.
"El Curiosity, esencialmente, tiene un nuevo instrumento de ciencia seis años y medio después de iniciada su misión. Esto nos permite conseguir nueva información sobre el subsuelo de Marte de maneras para las que el 'rover' no había sido diseñado", comentó el geofísico Kevin Lewis, de la Universidad Johns Hopkins y del Departamento de Ciencias Planetarias.
Igual a un 'smartphone' y al Apollo 17
El cambio en los dispositivos del Curiosity funciona de manera similar a lo que ocurre con los teléfonos inteligentes, con acelerómetros y giroscopios que al mover el 'smartphone' siguen la ubicación y la dirección de quien lleva el celular. En el caso del 'rover', sus instrumentos son mucho más precisos, por lo que conocer su orientación permite a los ingenieros dirigirlos con mayor exactitud, al igual que a la antena multidireccional de alta ganancia.
Además, los acelerómetros del 'rover' pueden ser usados como el gravímetro del Apollo 17, al detectar la gravedad del lugar en el que el dispositivo se detiene. Entonces, utilizando información de los cinco años de misión del Curiosity, se pudo medir el tirón gravitacional en 700 puntos de Marte —tomados entre octubre de 2012 y junio de 2017— y comprobar que, a medida que asciende por el monte Sharp, la montaña agrega gravedad adicional, pero no tanta como se esperaba.
"Los niveles más bajos del monte Sharp son sorprendentemente porosos", expresó Lewis, quien agregó: "Sabemos que las capas inferiores de la montaña fueron enterradas con el tiempo. Eso las compacta, haciéndolas más densas. Pero este descubrimiento sugiere que no fueron enterradas por todo el material que pensábamos".
En ese sentido, Travis Gabriel, de la Universidad Estatal de Arizona, agregó que "trabajando con la abundancia de minerales de las rocas" lograron estimar "una densidad de grano de 2.810 kilogramos por metro cúbico". "Sin embargo, la densidad aparente que salió de nuestro estudio es mucho menor: 1.680 kilogramos por metro cúbico", señaló.
Por su parte, Ashwin Vasavada, coautor del estudio, concluyó que "aún hay muchas preguntas sobre cómo se desarrolló el Monte Sharp", pero el nuevo descubrimiento "agrega una pieza importante al rompecabezas".
Fuente: RT Actualidad