El presidente boliviano Evo Morales dio por "cerrado" el lunes el caso de paternidad de un supuesto hijo con una expareja, Gabriela Zapata, actualmente sometida en la cárcel a un juicio por enriquecimiento ilícito.
"El caso está cerrado para el Presidente, una vez que la juez de familia declaró improbada la demanda, por la duda razonable de la inexistencia del supuesto hijo, que fue suplantado por otro niño en el proceso", dijo el abogado del mandatario, Gastón Velásquez, citado por la agencia oficial ABI. Morales inicialmente había dicho que el niño había muerto.
Según el jurista, "un equipo interdisciplinario estableció que se suplantó al niño (en el juicio), se llevó a uno con una madurez de 5 a 6 años de edad, cuando el niño de quien se habló tiene 9 años".
"Además, se indicó que el niño (presentado al juez) no tiene ningún parecido o no es el que aparece en las fotografías" exhibidas anteriormente por una familiar de Zapata, agregó Velásquez.
Por otro lado, Eduardo León, abogado de Zapata, mostró a la prensa este lunes un documento privado de alquiler de un apartamento en el centro de La Paz firmado por Morales que, según él, prueba que el mandatario convivía con su pareja hasta enero de 2015.
"Ella dice que han vivido juntos, que han vivido casi hasta antes de que se susciten los problemas que han dado lugar el año 2016, juntamente con el niño, juntamente con el padre", afirmó León.
El senador opositor Oscar Ortiz opinó que ese documento sostiene la posibilidad de "una relación de convivencia que fue más allá de lo que el presidente ha reconocido" y refuerza la probabilidad de un tráfico de influencias del mandatario, pues la empresa china CAMC, de la cual Zapata era ejecutiva, se adjudicó millonarios negocios con el Estado.
La oficialista presidenta de la Cámara de Diputados Gabriela Montaño calificó a su vez de "barbaridad" la interpretación de la oposición de que ese documento pruebe una relación reciente de Morales con Zapata.
Montaño leyó a los periodistas la transcripción de una pregunta al respecto formulada por Ortiz a Zapata durante una investigación en el Parlamento, sobre si vivió o hizo reuniones en ese apartamento, a lo que la joven respondió que no.
El escándalo con tintes de novela mantiene en vilo a los bolivianos desde febrero pasado, cuando se supo que el mandatario fue pareja de Zapata y se denunció tráfico de influencias, un caso que le costó a Morales, en el poder desde 2006, perder el referéndum con el que buscaba ser validado para postularse a un cuarto mandato consecutivo, de 2020 a 2025.