Las autoridades canadienses expresaron su alivio al comprobar que sólo algo más del 10 % de Fort McMurray quedó destruida por el incendio forestal que en una semana ha consumido 200.000 hectáreas de bosque en el noroeste del país, y afirmaron que la ciudad será reconstruida.
La primera ministra de la provincia de Alberta, Rachel Notley, que visitó la ciudad junto con los medios de comunicación, agradeció a los equipos de bomberos que están luchando contra el incendio, llamado en Canadá "La bestia", por salvar la ciudad.
"Vamos a reconstruir", añadió desafiante la mandataria provincial.
En las últimas horas, el ritmo de crecimiento del incendio se ha ralentizado gracias a la llegada de un frente polar que ha reducido las temperaturas en la región.
A pesar de ello, el incendio alcanzó hoy una superficie de 204.000 hectáreas y está avanzando hacia el este de la provincia de Alberta, alejándose de centros de población y plantas de extracción de petróleo.
En Fort McMurray, que fue desalojada a toda prisa el pasado martes cuando el incendio cambió repentinamente de dirección y amenazó la ciudad, alrededor de 2.400 estructuras han quedado destruidas, en su mayoría en un grupo de vecindarios en el suroeste de la ciudad.