LA HAYA, Holanda (AP) — Holanda se prepara para acudir a las urnas el miércoles, pero el tema no es propio país, sino Ucrania: los votantes acudirán a un "referéndum de consulta" para votar a favor o en contra de la ratificación holandesa de un "acuerdo de asociación" con Ucrania. Aunque en principio el referéndum se centra en Ucrania, muchos ven la votación como una oportunidad para protestar contra la expansión de la UE y lo que consideran como un proceso de toma de decisiones poco democrático.
Cuando los ucranianos se alzaron contra su gobierno en febrero de 2014, el detonante fue el rechazo de su entonces presidente, Viktor Yanukovych, a firmar un acuerdo que fomentaba lazos más estrechos entre su país y la Unión Europea de 28 países.
Después de que Yanukovych fuera derrocado, su sucesor, Petro Poroshenko, siguió adelante y firmó el Acuerdo de Asociación con la UE, un amplio tratado comercial que, según sus defensores, también pretende combatir la corrupción y mejorar el respeto a los derechos humanos en la asediada antigua república soviética.
Ahora, el latente estado de ánimo anti UE en Holanda se alza como una amenaza para el acuerdo, que ya está en vigor en gran parte.
"A nosotros, por supuesto, no podría importarnos menos Ucrania", dijo al periódico holandés NRC Handelsblad el profesor de historia Arjan van Dixhoorn, uno de los líderes del euroescéptico Comité UE de Ciudadanos que impulsó el referéndum.
Su organización quiere un referéndum sobre si Holanda debe dejar la UE, como el que celebrará Gran Bretaña el 23 de junio, pero no hay forma de forzar un referéndum como ése según la ley holandesa. Holanda es un miembro fundador de la UE, pero hace tiempo que el bloque encuentra un apoyo dispar en el país de 17 millones de personas. En 2005, Holanda votó en contra de la constitución propuesta de la UE.
Según una ley de 2015 que creó los referendos consultivos, el resultado en Holanda sólo es válido si la participación del miércoles supera el 30%. Si la mayoría vota en contra del acuerdo, el gobierno puede aprobar una nueva ley que en la práctica retira su ratificación, o puede recomendar al Parlamento que mantenga la ratificación.
Las apuestas son altas, afirmó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que dijo al sitio web de noticias NRC.nl que una victoria del "No" podría "abrir la puerta a una gran crisis continental".
En las últimas semanas, varios miembros del gobierno ucraniano han visitado Holanda y algunos legisladores holandeses han viajado a Kiev, en un intento de conseguir un voto a favor del acuerdo de asociación. EN una reunión con parlamentarios holandeses, Poroshenko describió el acuerdo como "una auténtica hoja de ruta para la transformación interna" de Ucrania.
Los holandeses partidarios del acuerdo afirman también que el texto lleva a Ucrania hacia reformas económicas y ayuda a combatir la corrupción, mejorar el respeto a los derechos humanos y proteger mejor a las minorías en Ucrania.
El Ministerio ucraniano de Exteriores ha acusado a Rusia de alimentar el estado de ánimo antiucraniano antes de la votación del miércoles, una afirmación que rechazan las autoridades rusas.
Las voces contrarias al pacto afirman que es un indicio de expansionismo indeseado de la UE. Algunos alegan que no beneficiará a la mayoría de los ucranianos. El legislador Harry van Bommel, del Partido Socialista Holandés, dijo que sus cláusulas de libre comercio sólo servirán para enriquecer a las grandes multinacionales y a los oligarcas ucranianos.
"Aquellos que antepongan los intereses de los ucranianos de a pie deben votar contra este acuerdo neoliberal de libre comercio", escribió.
El vice primer ministro holandés, Lodewijk Asscher, dijo a la prensa en La Haya el viernes que votaría en favor del acuerdo. El gobierno insiste en que el texto no es una puerta abierta a la entrada de Ucrania en la UE.
"Garantiza estabilidad, un vecino estable en el borde de Europa", dijo. "También asegura comercio más abundante y sencillo".