China le niega a Venezuela alivio en el pago de la deuda

China le niega a Venezuela alivio en el pago de la deuda

20 febrero 2016, (El Nuevo Herald).- Preocupado por la inestabilidad del régimen de Nicolás Maduro, el gobierno chino se niega a acceder al pedido de Venezuela para que le otorgue un período de gracia en el servicio de su masiva deuda.

Fuentes familiarizadas con las conversaciones realizadas en secreto dijeron a el Nuevo Herald que China más bien insiste que en Venezuela aumente los volúmenes de petróleo que le envía para pagar los cerca de $45,000 millones en deuda que el régimen bolivariano contrajo con el país asiático a través de distintos acuerdos.

El incremento es necesario, según la delegación que Pekín envió a Venezuela, debido a que los actuales despachos de crudo son insuficientes para cumplir con los términos de pago estipulados dada la caída de los precios del petróleo.

Pero además de expresar preocupación de que Venezuela no está enviando suficiente crudo, la delegación china también mostró otro tipo de inquietudes durante el encuentro.

“Preguntaba insistentemente sobre las posibilidades de un cambio de gobierno”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.

Por otro lado, la solicitud de un período de gracia, o de al menos recortar los despachos que se realizan actualmente, se vieron comprometidos por el hecho de que los acuerdos fueron firmados con diferentes entidades chinas, y no solo con el gobierno de ese país.

“Los chinos, las empresas y el gobierno, dijeron que no, esa fue la respuesta. Pero ellos [en el gobierno venezolano] están insistiendo, y ahora están solicitando otra reunión, diciendo que es necesario seguir hablando”, dijo otras de las fuentes.

Con el precio de la cesta venezolana de crudo en menos de $25 por barril, substancialmente por debajo de los $40 estipulados en los actuales acuerdos, el país sudamericano debería incrementar los envíos en más de un tercio para cubrir la diferencia.

Según los últimos anuncios oficiales, Venezuela enviaba cerca de 500,000 barriles diarios al país asiático y gran parte de ese volumen es enviado para cancelar los créditos adquiridos por el fallecido presidente Hugo Chávez.

El período de gracia solicitado por Venezuela busca liberar ese volumen para venderlo y conseguir de esa manera ingresos adicionales.

“Dado que no puede aumentar la producción, Venezuela necesita vender más petróleo para recaudar más dinero y ahora se encuentran con la imposible situación de que tienen que enviar más petróleo a China. Realmente están entre la espada y la pared”, comentó Russ Dallen, socio gerente de la firma Latinvest.

El experto petrolero Horacio Medina coincidió, agregando que los problemas de financiamiento están llegando hasta el extremo de que la propia Petróleos de Venezuela (PDVSA) registra dificultades en conseguir líneas de crédito.

“Las compras las están haciendo a nombre de Citgo [filial de refinería estadounidense de la estatal venezolana] porque PDVSA no tiene crédito”, explicó Medina.

El gigante asiático, que el año pasado accedió a renovar un tramo de $5,000 millones en financiamiento para el denominado Fondo Chino, ya se había mostrado renuente a seguir ayudando al régimen bolivariano debido en parte al grave estado en que se encuentran las finanzas venezolanas y también porque enfrenta sus propios problemas económicos.

Los precios de la cesta venezolana de petróleo, compuesta principalmente por crudos pesados menos apetecibles, promedió esta semana $24.03 por barril, nivel muy inferior a los $45 que según algunos analistas requiere el régimen de Maduro para poder cumplir con las obligaciones externas del país en este año.

Venezuela debe destinar cerca de $11,000 millones este año para el servicio de su deuda con Wall Street, adicionales a los pagos en petróleo que debe realizar para cumplir con sus obligaciones con China.

El problema es que con una facturación petrolera estimada para este año en $18,000 millones, el monto sería insuficiente para cubrir un costo de producción estimado en $13 por barril, la deuda de Wall Street y las necesidades de importación mínimas del país, calculadas en $35,000 millones.