Luc Poignant, un funcionario policial, dijo que el hombre gritó "Allahu akbar", que significa en árabe "Dios es grande".
El hombre traía puesto lo que parecía ser un chaleco con explosivos, pero era falso, de acuerdo a dos funcionarios de la policía que hablaron bajo condición de anonimato porque la investigación sigue abierta. Agregaron que aún se desconocía la identidad del hombre.
Minutos antes, el presidente francés, François Hollande, homenajeaba a los policías muertos en servicio, incluyendo tres en los ataques de enero pasado.
Un funcionario de la policía dijo que la policía investigaba el incidente del jueves en la comisaría de París como "más probablemente un acto terrorista" que un acto delictivo normal. El funcionario habló bajo condición de anonimato ya que no estaba autorizado a ser identificado de acuerdo con la política policial. El barrio en el distrito Goutte d'Or en el norte de París fue bloqueado.
Previamente Hollande había dicho que la "amenaza terrorista" seguirá pesando sobre Francia.
El 7 de enero de 2015, dos hermanos nacidos en Francia mataron a 11 personas en la antigua sede de la revista Charlie Hebdo y a un policía musulmán que estaba en el exterior. En los dos días siguientes, un cómplice terminó con la vida de una policía y tomó un supermercado kosher, asesinando a cuatro de sus rehenes. Los tres pistoleros murieron.
En un discurso a las fuerzas policiales encargadas de proteger el país contra nuevos ataques, Hollande dijo que el gobierno está aprobando nuevas leyes y reforzando la seguridad, pero que el nivel de alerta sigue siendo alto.
En concreto, el presidente hizo pidió una mejor vigilancia de los ciudadanos "radicalizados" que se han unido a la milicia radical Estado islámico o a otros grupos insurgentes en Siria e Irak a su regreso a Francia.
"Debemos ser capaces de obligar a esas personas — y sólo a esas personas — a cumplir con ciertas obligaciones y, si fuese necesario, ponerlos bajo arresto domiciliario… porque son peligrosos", dijo.
Entre los 17 muertos que dejó el derramamiento de sangre en la región de París había tres policías. Hollande dijo que los agentes murieron en acto de servicio "para que podamos vivir libremente".
Tras los ataques de enero, el gobierno anunció que tenía previsto proporcionar mejores equipos a la policía y contratar a más agentes de inteligencia.
Francia está en alerta máxima desde entonces, y el pasado 13 de noviembre volvió a ser atacada por islamistas pertenecientes al grupo extremista Estado Islámico que mataron a 130 personas en una sala de conciertos, bares y restaurantes.
Por su parte, los sobrevivientes de los ataques del pasado enero siguen contando su historia.
El dibujante Laurent Sourisseau, editor jefe de Charlie Hebdo y conocido por el sobrenombre de Riss, dijo a la radio France Inter que la "seguridad es un nuevo gasto en el presupuesto de la revista".
"Este año pasado tuvimos que invertir casi 2 millones de euros para asegurar nuestra oficina, que es una suma enorme", dijo. "Tenemos que gastar cientos de miles de euros en seguridad para nuestras oficinas, algo que antes no estaba en el presupuesto de Charlie, pero teníamos la obligación para que los empleados se sientan seguros y puedan trabajar con seguridad".
Tras los ataques, gentes de todo el mundo adoptaron la expresión "Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie") para manifestar su solidaridad con los periodistas atacados por las caricaturas del profeta Mahoma publicadas por la revista.
"Es una frase que se utilizó durante la marcha como un signo de emoción o resistencia al terrorismo", dijo la dibujante de Charlie Hebdo Corinne Rey, conocida como Coco, a la radio France Inter. "Y poco a poco, me he dado cuenta de que 'Yo soy Charlie' se ha empleado mal para demasiadas cosas. Ahora ya no sé muy bien lo que significa".