Francia conmemora un año de ataques a Charlie Hebdo

Francia conmemora un año de ataques a Charlie Hebdo

La revista abrió con una caricatura de un personaje con las manos manchadas de sangre y un kalachnikov a la espalda, haciendo alusión a que a un año del atentado el asesino sigue suelto y no se han determinado responsabilidades.

El director del semanario, Laurent Sourisseau, conocido como “Riss”, señaló en un editorial que desde el nacimiento de Charlie Hebdo, “la muerte siempre ha formado parte del periódico”.

Denunció que desde que publicaron las famosas caricaturas del profeta Mahoma en 2006, “muchos esperaban que nos mataran”, y también la de “fanáticos embrutecidos por el Corán”.

Justificó la continuidad de la publicación después del atentado porque “todo lo que hemos vivido desde hace 23 años nos da la rabia” para continuar.

Agregó que “no serán unos gilipollas encapuchados los que van a echar por tierra el trabajo de nuestras vidas y todos los momentos formidables que vivimos con los que murieron. No serán ellos los que verán palmar a ‘Charlie’. Es ‘Charlie’ el que los verá palmar”, señaló.

Concluyó que “las convicciones de los ateos y de los laicos pueden mover todavía más montañas que la fe de los creyentes”.
El semanario sacará a la venta cerca de un millón de ejemplares de un número especial con 32 páginas, en lugar de las 16 habituales, con ilustraciones de los dibujantes asesinados.

El presidente, François Hollande, dará  un discurso en la prefectura de París ante las fuerzas de seguridad que intervienen en el dispositivo antiterrorista, y de recordar que la amenaza sigue presente.

Sobre el atentado
El 7 de enero de 2015, dos hombres enmascarados mataron a 12 personas e hirieron a otras 11 en las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo en París.

El suceso fue seguido por otros cuatro ataques ocurridos durante las siguientes 72 horas, lo que llevó a masivas manifestaciones de unidad en París y el resto de Francia.

Con la frase "Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie") se popularizó como una forma de manifestar solidaridad con las víctimas y en defensa de la libertad de expresión.

La sede del semanario satírico había sido objeto de amenazas en 2011 por haber publicado caricaturas de Mahoma, el profeta fundador del Islam.

El atentado sirvió de excusa para que las grandes potencias se inmiscuyeran en el conflicto en Siria.