Los asaltos registrados en Colonia la semana pasada han provocado indignación en Alemania y generaron un nuevo debate sobre inmigración luego de que la policía dijera que los autores parecían ser de "origen árabe o magrebí".
Los agentes han identificado a más de 2.000 sospechosos de origen magrebí en relación con los delitos de robo organizado que se acumulan desde el inicio de 2014, según el portavoz de la policía de la cercana ciudad de Dusseldorf.
Algunos de los delitos incluyen además agresiones sexuales como una forma de distraer a las víctimas, y la policía de Dusseldorf colabora estrechamente con la de Colonia para examinar los posibles vínculos con delitos cometidos allí dijo el vocero, Markus Niesczeri, a The Associated Press el miércoles.
En los eventos de Colonia estaría implicada una multitud de alrededor de un millar de personas. La policía dijo que se presentaron al 90 90 denuncias penales, y que algunos que los hombres formaron grupos más pequeños y rodearon a mujeres.
Las autoridades han advertido que se desconoce el estado de los tramites de nacionalidad y residencia de los sospechosos, dado que por el momento no se ha detenido a nadie en relación con los delitos.
El máximo responsable de seguridad de Alemania dijo que cualquiera implicado en los hechos debe ser castigado con independencia de su procedencia. "Una sospecha general contra los refugiados está tan fuera de lugar como guardar silencio sobre las estructuras delictivas, si pueden ser verificadas", apuntó el ministro del Interior, Thomas de Maizière.
"Todos los autores, sea cual sea su origen, deben ser castigados", dijo en la edición del miércoles del diario Bild. "Si entre ellos hay refugiados, debemos abordarlo abiertamente".
Casi 1,1 millón de personas se registraron como solicitantes de asilo en Alemania el año pasado, incluyendo más de 400.000 procedentes de Siria, dijo el gobierno el miércoles.