La alcaldesa Henriette Reker convocó la reunión para abordar la respuesta de la policía a las agresiones, que se produjeron por la noche en torno a la principal estación de tren de la ciudad alemana, cerca de su famosa catedral.
Docenas de mujeres han denunciado robos y agresiones sexuales. Se han presentado al menos 60 denuncias penales, incluyendo una de violación.
El ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, pidió que se llevara ante la justicia a los responsables de los "cobardes y viles" ataques.
Por su parte, la legisladora del Partido Verde Claudia Roth advirtió en contra de culpar a los refugiados por las agresiones. Los testigos dijeron que los ataques habían sido obra de hombres "de origen árabe o norteafricano", según la policía.