Los Óscar se celebran este domingo, y hay dos preguntas que todo el mundo se hace: ¿Abofetearán a alguien?, y ¿puede una alocada historia de ciencia ficción con dedos de salchicha y juguetes sexuales realmente llevarse el premio a la mejor película?
La respuesta más probable a la primera pregunta es… no. La Academia tendrá el domingo un “equipo de crisis” listo para la acción después del episodio con Will Smith el año pasado.
La respuesta a la segunda pregunta parece ser sí.
“Todo en todas partes al mismo tiempo”, sobre una inmigrante china, dueña de una lavandería, que batalla con un villano interdimensional que resulta ser su propia hija, no podría estar más lejos de las usuales ganadoras del Óscar.
Con un elenco carismático mayormente asiático y que incluye a la popular Jamie Lee Curtis, dominó casi todas las premiaciones en Hollywood y se ha convertido en el filme alegre de la temporada.
“Detrás de la película hay un grupo de gente muy agradable por quienes es imposible no alegrarse”, dijo a la AFP Scott Feinberg, columnista de premios de la publicación especializada Hollywood Reporter.
Después de ganar los mayores reconocimientos de los sindicatos de directores, productores y actores de Hollywood, se espera que la película, que se convirtió en un éxito de taquilla al recaudar 100 millones de dólares gracias a una auténtica promoción boca a boca, domine la noche de los Óscar.
Pero a diferencia de lo que pasa en otras categorías de los Óscar, la cinta podría verse en desventaja en la disputa de mejor película debido al sistema de votación “preferencial”, en el cual los miembros de la Academia califican las nominadas de mejor a peor.
El sistema castiga a filmes que generan reacciones mixtas, y Feinberg dice que “muchos” miembros votantes de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas “simplemente no entienden” el disparatado encanto de la cinta.
Pueden beneficiarse, en cambio, “Sin novedad en el frente”, la película alemana de Netflix sobre la Primera Guerra Mundial que dominó los premios británicos BAFTA, y “Top Gun: Maverick”, la muy esperada secuela de Tom Cruise, sobre quien Steven Spielberg dijo recientemente que él y su película “podrían haber salvado toda la industria del cine” de la pandemia.
– Empates reñidos –
Por otro lado, la competencia en las categorías de actuación está bastante apretada.
“No consigo recordar un año, al menos desde que estoy haciendo esto, en que tres de las cuatro categorías de actuación estuviesen empatadas”, dijo Feinberg.
Para mejor actriz, Cate Blanchett es la gran favorita por “Tár”, pero “Todo en todas partes al mismo tiempo” podría impulsar a Michelle Yeoh a una histórica conquista y convertirla en la primera asiática en vencer en esta categoría.
El premio al mejor actor se definirá entre Austin Butler (“Elvis”), Brendan Fraser (“La ballena”) y Colin Farrell (“Los espíritus de la isla”).
La estatuilla a mejor actriz de reparto parece estar entre Angela Bassett, primera estrella de superhéroes de Marvel en ser nominada con “Pantera Negra: Wakanda por siempre”, Jamie Lee Curtis, y Kerry Condon, de “Los espíritus de la isla”.
Pero hay una categoría que parece estar resuelta.
Ke Huy Quan, que fue la estrella infantil de “Indiana Jones y el templo de la perdición”, ganó todos los premios a mejor actor de reparto en su camino a la gala del domingo, lo que parece ser el prefacio de un fantástico regreso.
– “La bofetada” –
Sobre la fastuosa ceremonia flota el fantasma de “la bofetada”, el impresionante instante en el que Will Smith atacó a Chris Rock en el escenario el año pasado por un chiste sobre la pérdida de cabello de su esposa.
“Lo vamos a reconocer, y luego vamos a pasar a otra cosa”, dijo la productora ejecutiva del Óscar, Molly McNearney, a los medios esta semana.
“La Academia ha dejado muy claro que no le parece gracioso y que preferiría que no se discutiese al respecto. Pero supongo que no puedes hacer de cuenta que no ocurrió”, dijo Feinberg.
Los organizadores fueron criticados por permitirle a Smith continuar en el evento luego de la agresión, e incluso dejarle recibir su estatuilla al mejor actor.
Después se le prohibió asistir a la gala por una década, lo que significa que no presentará este año el premio a la mejor actriz, una tradición.
Por primera vez, un “equipo de crisis” estará tras bastidores para responder en caso de que ocurra algo fuera del guión.
“Hemos trabajado en la Convención del Partido Demócrata y en las ceremonias de toma de posesión de varios presidentes. Nosotros nos encargamos del entretenimiento, el Servicio Secreto, del resto”, dijo a AFP el productor de la gala, Glenn Weiss.
El objetivo de su equipo y del anfitrión, Jimmy Kimmel, es estrictamente “mantener la ceremonia entretenida”.
– Éxitos de taquilla –
Si la gente se mantendrá frente a la pantalla es otra cuatión.
En parte gracias a “la bofetada”, los índices de audiencia mejoraron el año pasado luego de caídas récord, pero incluso así no llegaron ni cerca de los buenos números de los años 1990, a medida que el interés por las premiaciones se desvanece y los fatalistas insisten en predecir el fin de las salas de cine.
Este año, los organizadores esperan que nominaciones por películas taquilleras como “Top Gun: Maverick” y Avatar: El camino del agua” atraigan espectadores de vuelta.
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