Katy Perry no se detiene, en menos de un año, lanzó un disco, apoyó a Kamala Harris y hasta viajó al espacio recientemente.
Ahora, mientras se dirige a Ciudad de México para iniciar una gira mundial, la estrella del pop mantiene el ritmo y su energía intacta.
“Siempre digo ‘¿por qué no?’”, comentó en plena preparación de sus conciertos. “Todo inicia con un pensamiento. Pensé en una gira… y sucedió”.
Su disposición a probar cosas nuevas ha sido clave, aunque también implica aceptar críticas y fracasos en el proceso.
Su álbum 143, lanzado en septiembre, no recibió buenos comentarios. Incluso fue cuestionada por colaborar con el productor Dr. Luke.
Además, figuras como Olivia Munn criticaron su viaje espacial, considerándolo un lujo innecesario y fuera de lugar.
Tampoco ayudó que Harris, a quien apoyó activamente, perdiera las elecciones presidenciales frente a Donald Trump en noviembre pasado.
Sin embargo, Perry ha demostrado una notable capacidad de resiliencia desde su irrupción con I Kissed a Girl en 2008.
“Controlo lo que puedo”, expresó. Esa frase resume su actitud ante los altibajos que ha enfrentado durante su carrera.
Con el paso del tiempo, ha fortalecido ese enfoque interior practicando Meditación Trascendental, disciplina que transformó su vida personal y artística.
Reconoce al cineasta David Lynch como gran impulsor de esta práctica, que también ha influido en otras celebridades de Hollywood.
“Emprendí un viaje interno para comprenderme mejor”, reveló. “Quería encontrar respuestas, orden interno y reconectar con mi poder personal”.
La espiritualidad ocupa un lugar importante en su vida. Habla con naturalidad sobre astrología, eneagrama y hasta cardología, una herramienta esotérica de personalidad.
También atribuye a su hija Daisy un papel clave en este proceso. Ser madre, asegura, la transformó profundamente y fortaleció su identidad femenina.
“Me convertí en la mujer fuerte que siempre admiré”, dijo convencida. Esa evolución se refleja también en su enfoque artístico actual.
Su nueva gira, Lifetimes Tour, mezcla ciencia ficción, música y empoderamiento. Toma inspiración visual de películas como Blade Runner y The Fifth Element.
En el escenario, Perry interpretará a un personaje de videojuego que enfrenta fuerzas oscuras con valentía, amor y decisión.
“El mensaje es siempre el mismo: creer en uno mismo y liderar con amor”, explicó. “Eso es lo que busco transmitir siempre”.
Con más de 80 conciertos programados, el espectáculo será una fiesta pop que recorre lo mejor de su trayectoria con un toque de baile extra.
“Digo a todos que traigan zapatos cómodos”, bromeó. Promete una experiencia inmersiva, divertida y llena de energía.
En casi dos décadas de carrera, ha hecho del humor sarcástico y los himnos de empoderamiento su sello distintivo.
Pese a críticas recientes, su entusiasmo sigue intacto. Define esta gira como una “Disneylandia sobre ruedas” y quiere darlo todo por sus fans.
“Siento la responsabilidad de devolverles aquella emoción que sintieron con Teenage Dream”, concluyó. Su viaje continúa, con el corazón en alto.