Redacción, AFP.- Con pocos grandes nombres, prácticamente sin público y en una ciudad medio desierta, la Semana de la Moda de Nueva York, que se inaugura este domingo, muestra que no se rinde y tiende una mano a los diseñadores estadounidenses en medio de una crisis inédita.
Que nadie se moleste en buscar los nombres de Michael Kors, Tommy Hilfiger o Ralph Lauren, habituales pesos pesados del calendario. Pues no estarán presentes en esta Semana de la Moda que durará poco más de tres días, desde el domingo en la noche al miércoles.
Deseosos de vender parte de la mercancía que se les ha acumulado desde el comienzo de la pandemia y muchas veces afectados por una cadena de producción que se enlentecido en medio de la pandemia, los grandes diseñadores presentarán sus colecciones luego, fuera del usual calendario de la moda.
Mientras que Marc Jacobs renunció del todo a su colección primavera-verano 2021.
El único gigante de la moda que acudirá a la cita será Tom Ford, que presentará su colección virtual para el cierre del evento, la noche del miércoles.
Su presencia es símbolo de la voluntad del sindicato estadounidense de la moda (CFDA), del que es presidente, de apoyar a los diseñadores de todo tipo -algunos al borde del precipicio.
Históricamente los diseñadores estadounidenses de alta gama se han apoyado mucho en las tiendas por departamento, que ya estaban sufriendo complicaciones y que han caído una tras otra en medio de la pandemia, desde Barneys a Lord & Taylor o Neiman Marcus.
Los desfiles con público casi desaparecieron de esta edición, salvo raras excepciones, entre ellas el de Jason Wu en la apertura de la noche del domingo o el de Rebecca Minkoff, el martes.
La lucha aún en marcha de Estados Unidos por controlar la pandemia, explica las diferencias con las semanas de la moda de París, Milán o Londres, en las que los desfiles públicos fueron mucho más frecuentes.
Más allá del riesgo sanitario, “cuando estoy simplemente intentando pagarle a la mayor cantidad de empleados posible y no tener que hacer nuevos recortes, gastar varios millones de dólares en un desfile no tiene sentido”, dijo Ford en una entrevista con la publicación Women’s Wear Daily.
Muy pragmático, este hombre de 59 años que usualmente viste de traje negro, no cree que haya una temporada “normal” antes del otoño boreal de 2021.
Para ayudar a los diseñadores estadounidenses, el sindicato ha invertido en una nueva plataforma, bautizada Runway360, que permite a las casas presentar gratuitamente sus colecciones y crear un evento virtual para sus creaciones.
Más de 50 de unos 70 diseñadores inscritos para esta Semana de la Moda usaron el Runway360 y esta semana muchos filmaron secuencias en Nueva York antes de poner en línea su contenido de video el día previsto.
Aún sin desfiles presenciales, “la moda es un negocio y la Semana de la Moda es una plataforma para que los diseñadores hagan negocios”, explica a AFP el director general de CFDA, Steven Kolb.
Muchos jóvenes diseñadores encuentran en este momento inédito “una oportunidad para ganar visibilidad”, dice en tanto Geoffrey Owens, diseñador afroestadounidense que presenta el domingo su primera colección bajo la marca Zoonek, en el desfile Flying Solo.
Hace solo un año, Owens cortaba cabellos en su peluquería en Virginia, mientras soñaba con la moda.
Ya tenía facilidad para el dibujo y aprendió a coser en solo 30 días y pudo “activar este don”. “Desde entonces, las puertas no paran de abrirse”, dijo.
“Las grandes marcas ya no se están presentando tan agresivamente, por lo que pienso que tendré una mejor oportunidad” de darme a conocer, agregó Mohamed ElMadawy, de origen egipcio y quien se instaló en Nueva York en 2012.
Él también presentará la colección de su marca Elmadawy el domingo en el show de Flying Solo, una boutique de Soho que apoya y promueve a los diseñadores emergentes.
Para Owens, los diseñadores tienen además un papel que jugar de cara a la sociedad para ayudarla “a salir de (…) ese lugar oscuro” en el que hemos vivido los últimos seis meses.
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Por: Thomas URBAIN
Fuente: AFP