Los cinturones de transporte, también conocidos como “cadenas de transporte” o “cinturones de restricción”, son dispositivos utilizados para garantizar la seguridad de prisioneros durante su traslado y en situaciones públicas. Este tipo de restricción física consiste en un cinturón o cadena que rodea la cintura del detenido, permitiendo que sus manos sean esposadas y, en ocasiones, conectando también los tobillos mediante cadenas conectoras.
Este sistema de restricción se emplea comúnmente en los Estados Unidos y en otros países desarrollados, especialmente en tribunales o durante el transporte de prisioneros, con el objetivo de evitar cualquier intento de escape. Los cinturones de transporte son particularmente útiles cuando los detenidos deben pasar períodos prolongados fuera de áreas de contención dedicadas, como durante un traslado o en audiencias judiciales.
Existen dos tipos principales de cinturones de transporte. El primero es el cinturón de materiales flexibles, fabricado en cuero o tela, que incluye un anillo en forma de D donde se colocan las esposas. Este diseño permite que las muñecas del prisionero se sujeten a ambos lados de las esposas, dificultando que el sujeto pueda quitarse las mismas. Para garantizar su eficacia, es esencial que el cinturón esté ajustado firmemente a la cintura.
El segundo tipo es el cinturón de cadena de acero, que consiste en una cadena con un bucle de acero reforzado en un extremo y eslabones más largos en el otro. Este tipo de cinturón se cierra alrededor de la cintura del prisionero, utilizando el bucle para sujetar las esposas en sus muñecas, lo que proporciona una mayor seguridad. En situaciones de alta peligrosidad, este cinturón puede utilizarse junto con cajas de cobertura para las esposas, impidiendo que el prisionero pueda liberarse, incluso si logra obtener las llaves.
Aunque estos dispositivos están diseñados para garantizar la seguridad tanto de los prisioneros como de los funcionarios encargados de su custodia, su uso plantea consideraciones éticas y de derechos humanos, especialmente en lo que respecta a la comodidad y el bienestar de los detenidos. El debate sobre la implementación de estos cinturones sigue vigente en el ámbito de la justicia penal y los derechos humanos