Según expertos, la asfixia de menores por culpa de las palomitas de maíz es más común de lo que se piensa.
Esto se debe a que las vías respiratorias de los niños son estrechas y los granos de maíz pueden pasar a las vías respiratorias y provocar asfixia o una infección por cuerpo extraño si se instalan en los pulmones.
También puede que el grano de palomita se quede retenido en la laringe, la tráquea o en el bronquio del niño.
El niño empezará a toser y si no consigue expulsar el grano, puede sufrir una obstrucción en su respiración, y en algunos casos, llegar a fallecer.