La Habana.- Un joven tiene el cabello teñido de amarillo y argolla en la nariz, otro mira con fuerza, uno más carga a su hijo: son parte del grupo de hombres que aceptaron posar con una flor para la fotógrafa cubana Moník Molinet, que intenta romper estereotipos.
Una serie de retratos de hombres que accedieron a posar con una buganvilia o un geranio en la oreja izquierda conforma la muestra “Masculinidades”, que abrió el jueves en la Fábrica de Arte de La Habana.
“Evadiendo los estereotipos, se me ocurrió ver cómo trataba de mostrar hombres que estuvieran contados desde fuera de la masculinidad hegemónica”, dice a AFP Molinet, de 33 años.
Con su lente, la artista trata de “corregir la carencia de imágenes en el imaginario visual”, que no admite una masculinidad vulnerable y condena con homofobia cualquier gesto femenino en un varón, señala.
El revuelo que ha causado este proyecto, incluso antes de llegar a la sala de exposición, empezó en agosto de 2022, cuando la fotógrafa decidió subir a Twitter algunas fotos de hombres con flores naturales en sus rostros.
“Para nosotros fue mayor la sorpresa que al publicarlo en Twitter se viralizó y alcanzó más de cinco millones de cuentas en menos de 24 horas y muchísima interacción”, pero también polémica, cuenta Molinet.
“¡Eso es otra cosa!”
Entonces, su cuenta fue suspendida temporalmente “y eso causó más revuelo aún”, dice con una pequeña flor lila de arbusto incrustada en su cabello negro.
La cuenta @PistolaMonik se inundó de mensajes misóginos y machistas, pero también de defensores del proyecto. “Puras estupideces! Las feministas de hoy buscan feminizar (si es que tal palabra existe) a los hombres y masculinizar a las mujeres! El mundo está de cabeza!”, escribió un usuario en esa red.
Pero muchos abogaron por la iniciativa y tuitearon fotos de sí mismos con flores de diversos colores y tamaños en la oreja.
Para hacer la muestra, Moník y su equipo se ubicaron en un paseo del Prado, una de las principales avenidas del centro de La Habana, donde abordaron a hombres con la pregunta: “¿Estarías dispuesto a tomarte una fotografía con una flor en la oreja en apoyo a la lucha en contra de la violencia hacia la mujer?”.
La mayoría de las reacciones fueron adversas. “Tengo amigos homosexuales, no lo critico, pero que yo me ponga la flor, ¡eso es otra cosa!”, dice un hombre de unos 50 años que fue consultado y que aparece en un video que se proyecta en la exposición.
Un espacio con un fondo blanco al final de la muestra aguarda a todo el que quiera tomarse una foto, siguiendo las instrucciones escritas en un muro, que incluye ponerse la flor en la oreja izquierda.
La directriz más importante es mirar con expresión seria hacia la cámara. “Queremos descubrir su personalidad en sus ojos”, pide Molinet.