Hoy se cumplen 42 años del paso del terrible huracán David por la República Dominicana, un fenómeno acontecido el 31 de agosto del 1979 y que penetró por el sur del país específicamente entre la Capital y San Cristóbal, pero con daños inmensos en todo el país.
Por su ubicación geográfica, la República Dominicana se mantiene en constante alerta de huracán, ya que nuestra isla está situada en una ruta de huracanes, que por lo general se forman cerca de la isla de Cabo Verde en el Océano Atlántico durante la estación de verano. Las altas temperaturas de las aguas oceánicas transforman toda la energía recibida por el sol en aguas y vientos formando así un potencial huracán.
En horas de la tarde, el 31 de agosto del 1979, el poderoso huracán David entró al territorio dominicano dejando a su paso mucha destrucción en todos los ámbitos. Edificaciones colapsadas, inundaciones en gran parte del país, pérdidas en la producción agrícola y una población devastada.
Con vientos sostenidos de 240 kilómetros por hora, David penetró entre las provincias de San Cristóbal y Peravia, siendo estas dos de las más afectadas por el fenómeno atmosférico. Otras provincias que también fueron duramente envestidas fueron Azua, Distrito Nacional, San Pedro de Macorís, Higüey, La Romana, El Seibo y Monte Plata.
Se calcula que con el paso del huracán David alrededor de 2,000 personas resultaron muertas, otras 200 mil se quedaron sin hogar, y más de 1,000 millones de dólares en pérdidas en diferentes rubros.
David destruyó más del 70 por ciento del sistema eléctrico, el cual duró meses para ser restablecido totalmente, provocó grandes fisuras en diferentes acueductos incluyendo el de Santo Domingo, ocasionó daños en la red de telefonía y golpeó fuertemente a la economía del país en ese momento gobernado por Antonio Guzmán.
El huracán David de categoría 5 en la escala Saffir –Simpson, es considerado como uno de los más destructivos y devastadores de la República Dominicana y la región del Caribe. Finalmente, David salió del territorio dominicano el 01 de septiembre de 1979 por San Juan de la Maguana y Elías Piña en dirección hacia Haití. Luego azotó la parte oeste de Cuba, Miami y otros sectores de Estados Unidos, desapareciendo en las cercanías de Canadá el 05 de septiembre.