Desde hace algunos años, se viene escuchando en todo el mundo un término que, sin duda alguna, se ha convertido en parte del dialecto de cualquier persona millenial: “sugar daddy”.
Aunque aún no se ha establecido una traducción clara al español, la forma más común para definirlo es como un hombre exitoso o con dinero que busca mujeres jóvenes que estén dispuestas a acompañarlo ya sea por un pago económico o retribución en especie (regalos, viajes, ayudas, entre otros).
Por supuesto, aunque se presente en menor medida, también existen las “sugar mommy”, que, contrario al primer caso, son mujeres de avanzada edad que buscan a hombres jóvenes para cumplir sus deseos. Así, en ambos casos (tanto en hombres como en mujeres), a las personas que se benefician económicamente de esta “sociedad” se les conoce como “sugar baby”; mientras que a esta forma de relacionarse se le ha denominado “sugar dating”.
Sin embargo, aunque muchas personas no vean esta realidad como un problema, teniendo en cuenta que se da entre dos adultos y con un consentimiento de por medio, para otras esta situación se puede considerar incluso como un claro ejemplo del tráfico sexual en línea; o lo que es lo mismo: una forma de prostitución.
Cabe recordar que en 2018, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó la Ley de Permitir a los Estados y a las Víctimas Luchar contra el Tráfico Sexual en Línea (FOSTA, por sus siglas en inglés), que contempla la necesidad de combatir el tráfico sexual en ese país, limitando al máximo las protecciones que concedía la ley para con las plataformas online que impulsaban la sexualidad explícita como un negocio.
Pensando en esto (o no), Google dijo “adiós” de la Play Store a las apps que tengan como centro el sugar dating, es decir, aplicaciones cuyo objetivo sea localizar y emparejar a los sugar daddy o sugar mommy con sugar babies. De acuerdo con el gigante del internet, esta iniciativa nace como parte de su próxima actualización en los cambios de política de Google Play que se ejecutarán desde el próximo 1 de septiembre.
“Estamos actualizando la política de contenido inapropiado para instituir nuevas restricciones sobre el contenido sexual, que prohíben específicamente las relaciones sexuales compensadas (es decir, sugar dating)”, explicó Google por medio de su página oficial de soporte.
Por su parte, en conversación con el portal especializado Android Police, la compañía manifestó:“Como plataforma, siempre nos entusiasma apoyar a nuestros socios desarrolladores, pero también trabajamos arduamente para brindar una experiencia segura para los usuarios. Hemos actualizado nuestra política de contenido inapropiado para prohibir aplicaciones que faciliten actos sexuales a cambio de una compensación tras los comentarios que recibimos de ONG, gobiernos y otros grupos de defensa de usuarios preocupados por la seguridad de los usuarios. Esto alinea nuestras políticas con otras políticas de Google y normas de la industria”.
Cabe recordar que no es la primera vez que una empresa de internet inicia una lucha contra este tipo de aplicaciones, tildándolas como impulsadoras de “las relaciones sexuales compensadas”. Por ejemplo, otro gigante de la tecnología como Apple tiene entre las políticas de su tienda virtual (AppStore), una sección de Seguridad en la que, según explica el punto 1.1.4., se tendrá prohibido:“El material abiertamente sexual o pornográfico, definido por el Diccionario Webster como “descripciones explícitas o exhibiciones de órganos sexuales o actividades destinadas a estimular sentimientos eróticos en lugar de estéticos o emocionales”. Esto incluye aplicaciones de “conexión” que pueden incluir pornografía o utilizarse para facilitar la prostitución”.
Por esto, a partir de ahora, aquellos que quieran contratar a un sugar baby o, por el contrario, contactar a un sugar daddy o una sugar mommy deberán dirigirse a páginas web especializadas en este tipo de relaciones, porque, tanto Google como Apple, decidieron cerrar las puertas a esta clase de relaciones que ponen el dinero y el sexo por sobre el cuidado emocional.
Infobae