La protagonista de este relato prefiere permanecer en el anonimato. Así le contó su historia a la periodista Radhika Sanghani.
Puede sonar extraño, pero siempre me sentí atraída por mí misma.
Como la mayoría de las personas, yo también sufrí las inseguridades habituales de los adolescentes sobre mi personalidad y mi apariencia, pero de vez en cuando me miraba en el espejo al salir de la ducha o mientras me vestía y sentía una oleada de atracción sexual.
No me considero lo que podríamos llamar tradicionalmente atractiva: soy delgada y tengo la barbilla grande, pero la visión de mi cuerpo desnudo me excita.
Recorrer con las manos mis curvas, mis pezones y mi piel me provoca una emoción distinta a cualquier otra cosa.
Nunca pensé que se trataba de algo inusual hasta que se lo mencioné a mis amigos cuando tenía 17 años.
Crecimos juntos y seguimos muy unidos. Solemos hablar de nuestras experiencias sexuales, así que cuando les conté lo que me pasaba, esperaba que se sintieran igual que yo y que entendieran lo que quería decir.
Pero ninguno de ellos lo entendió. Más bien les pareció gracioso lo que les estaba diciendo e hicieron bromas sobre si estaba obsesionada conmigo misma.
Me reí con ellos, pero por dentro me preguntaba si lo que me pasaba era malo. Esa fue la primera vez que me di cuenta de que me sentía atraída sexualmente por mí misma de una manera que a la mayoría de la gente no le pasa.
Ahora ya estoy acostumbrada a sentirme de esta manera. Y hasta hace poco no supe que este confuso sentimiento de deseo propio que siento tiene un nombre.
Y ya puedo decir que me siento orgullosa de llamarme autosexual.
Se trata de un término que los científicos del sexo tienen dificultades para definir, ya que aún no hay mucha información o investigación al respecto.
Se cree que lo acuñó por primera vez el terapeuta sexual Bernard Apfelbaum en un artículo publicado en 1989. Apfelbaum lo usó específicamente para referirse a las personas que tienen problemas para que alguien más las atraiga sexualmente.
Pero, hoy en día, se usa más bien para referirse a las personas que se sienten atraídas principalmente (o incluso exclusivamente) por sus propios cuerpos.
A lo largo de los años, algunas personas intentaron, sin éxito, que no me sintiese así. Y ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que algunos “amigos” sugirieron que lo que pasa es que solo soy narcisista.
Es poco probable que la explicación sea esa, asegura la doctora Jennifer McGowan, de la University College de Londres.
El trastorno de personalidad narcisista es un trastorno diagnosticable con síntomas que incluyen un sentido desmesurado de la propia importancia, una necesidad constante de admiración y falta de empatía. Pero la autosexualidad es diferente.
McGowan explica: “Los autosexuales se sienten más cómodos sexualmente cuando están en su propia compañía, mientras que los narcisistas desean atención. La autosexualidad tampoco va asociada a falta de empatía o deseo de complacer a los demás (ya sea sexualmente o de otra manera), sino que es una preferencia por las experiencias sexuales privadas y personales”.
Desde hace años, me masturbo principalmente con imágenes o fantasías de mí misma. Me imagino tumbada desnuda en la playa, o recuerdo alguna vez en la que me toqué en el baño mientras mis compañeros estaban abajo. Si es otro el que me toca, simplemente no disfruto de la misma manera.
Igual que con otras sexualidades, hay un espectro de autosexualidad. Algunos expertos creen que si, como yo, piensas en ti mismo cuando te masturbas, o incluso fantaseaste con tener relaciones sexuales contigo mismo, podrías ser totalmente autosexual.
Sin embargo, si te excitas un poco al imaginarte teniendo sexo o posando en lencería, probablemente no seas autosexual en el sentido más estricto.
Para mí, va más allá de la masturbación. Lo que siento es una profunda e instintiva atracción hacia mí misma tanto si estoy sola como si estoy con un novio.
Sé que la mayoría de mis amigos se excitan pensando en sus parejas sexuales. Si no están con ellos, se imaginan fantasías con ellos.
Para mí es distinto. Mientras que sí disfruto del sexo con otras personas, tengo que estar pensando en mí y tocándome para llegar al orgasmo.
Algunos autosexuales son también autorománticos, lo que significa que también les gusta la idea de salir con ellos mismos.
Ghia Vitale escribió sobre la relación que tiene con ella misma. “Me llevo a tomar un café, a pasear por la naturaleza, me visto con lencería y me acaricio a mí misma, o simplemente me siento en la oscuridad y disfruto de mi propia presencia”, asegura.
“A veces, enciendo velas y hago bailes sensuales para mi propio entretenimiento. Cuando me siento especialmente positiva con respecto a la vida, hago muchas cosas para enamorarme. Aprendí a planear citas conmigo mismo de la nada. Algo tan simple como ponerme crema puede convertirse en un momento sensual, sexual, a veces voluntariamente y otras veces sin quererlo”.
Me siento identificada con algunas cosas de las que dice Ghia, y sola tengo una vida sexual increíble. Y también sé que puede ser igual de divertido con la persona adecuada que entienda mis necesidades.
Además, las relaciones no son solo sexo. Personalmente, me encanta la idea de casarme y tener una familia algún día. No veo por qué no puedo tener eso solo porque me divierto sexualmente sola.
Si bien ahora estoy orgullosa de mi autosexualidad, no siempre fue tan fácil. Después del primer intento fallido de explicárselo a mis amigos, sentí vergüenza. Dejé de hablar sobre eso durante mucho tiempo y solía ocultárselo a mis novios. Se convirtió casi en mi “secreto sucio”.
Una vez estaba con un ex y estábamos teniendo relaciones sexuales junto a un gran espejo. Yo me miraba a mí todo el rato en el espejo en vez de a él. A pesar de que el chico tenía un cuerpo increíble, mi cuerpo pálido y delgado me excitaba mucho más.
Cuando le conté la verdad, se molestó porque sintió que no me gustaba. Lo único que pude hacer fue tratar de explicar que no es que me creyese una diosa perfecta. Sé que no cumplo con los estrictos estándares de belleza de la sociedad (todavía me entran inseguridades si me siento gorda o fea), pero cuando estoy excitada, me parezco realmente sexy.
Otro chico con el que salí se lo tomó un poco mejor y me dijo que lo veía como una señal de que tenía una autoestima saludable.
Convirtió mi autosexualidad en parte de nuestra vida sexual, le gustaba verme, y eso me ayudó a dejar de sentirme tan avergonzada. Incluso bromeábamos sobre cómo me gustaba más a mí misma de lo que me gustaba él.
Pero hace poco me di cuenta de que bromear sobre algo tan personal no es lo mismo que aceptarlo y sentirse cómodo con ello.
Si bien aprendí a aceptar ser autosexual, todavía hay veces en las que desearía ser “normal”.
Es frustrante cuando tus amigos no pueden identificarse con lo que te está pasando y, a veces, cuando estoy con un novio, me siento mal porque estoy obteniendo un placer de nuestra intimidad diferente al de él. En esos momentos, me gustaría poder pausar la autosexualidad y explorar una sexualidad más “estándar”.
Pero luego recuerdo que nada es “normal” con la sexualidad y que todos somos diferentes.
Hay personas queer, bisexuales, asexuales… A medida que la sociedad se vuelve más abierta, y la gente es más honesta con respecto a su sexualidad, siento que empezamos a ver lo fluida que es la sexualidad.
Espero que algún día la autosexualidad se entienda más, porque me encantaría poder contárselo a mi familia. Ahora mismo, simplemente no lo entenderían. Una vez traté de explicárselo a mi madre, pero parecía asustada, así que me detuve.
Hace poco conocí por internet a una mujer autosexual y le confesé que puede que yo también lo sea.
Fue genial que la respuesta fuera un entendimiento mutuo, en lugar de risas o incomodidad.
Somos una comunidad tan nueva que todavía estamos descubriendo exactamente dónde encajamos en el espectro sexual, pero me alegra tener una forma de explicar cómo me siento.
Si tuviese la oportunidad de estar con otro autosexual, sería increíble.
Significaría tener una relación verdaderamente igualitaria por primera vez en mi vida, en la que ambos sentiríamos exactamente lo mismo acerca de nuestras sexualidades. Aunque no tengo idea de cómo encontrar a alguien, no es exactamente algo que expliques en una aplicación de citas. Al menos, no todavía.
Mucha gente no lo entenderá, y es fácil burlarse de ello o juzgarlo, pero, a menos que seas autosexual, nunca sabrás lo genial que es.
Tengo buenas relaciones sexuales con otras personas, pero, al final, mis mejores orgasmos los tengo conmigo misma, y, tanto si estoy soltera como en una relación, siempre me tendré ahí. ¿A quién puede no gustarle eso?
Fuente: BBC Mundo