La estabilidad monetaria en Santo Domingo: Historia de los Cuartos Acuñados en la Casa de los Jesuitas
Por Arturo Peña Batista y Alcibíades Vásquez
La estabilidad monetaria del 23 de diciembre de 1812 en los cuartos de Santo Domingo, propuestos por el cabildo, aunque faltando a las prevenciones de las leyes y las reglas numismáticas, fue ordenada por don José Núñez de Cáceres, porque así lo pedía el pueblo y en honor al Monarca Fernando VII, siendo acuñadas en la Ceca Conventual de la Casa de Jesús o Jesuitas.
Sin lugar a dudas “por la desconfianza que generó el papel moneda en la economía y siendo sus últimas emisiones el 11 de septiembre de 1812 de nuestra era colonial, vuelve a considerarse, una de las repetidas devaluaciones monetarias que han surgido en todos los tiempos y que seguirán manifestándose por toda una vida, debido a la lucha de poder y las ambiciones de nuestros gobernantes que arrastran consigo las evoluciones de los pueblos y el fortalecimiento de los mismos. De las más conocidas, tenemos lo acontecido con la contramarca de llave en las monedas en 1577, que dio un impulso de fuerza, debido aque estos se habían devaluado tanto que no se reconocían por su valor de 4 maravedí, sino de hasta uno en el peor de los casos, pero esta contramarca viene a generar la confianza estableciendo su fuerza monetaria en dos Maravedí, con el símbolo de la llave punzonada, representando la ciudad de Santo Domingo.
Por consiguiente, el cabildo propuso “En su oficio de abril, que se acuñase alguna cantidad de moneda provincial de cobre, la escasez de agentes de cambio que se sentía en los Monarcas, fue suplida con la emisión de una cantidad de papeletas, de las cuales la menor era de un real, que comenzaron a circular el 11 de septiembre de 1812, en virtud del bando publicado el día anterior. Pero esta medida no dio si no muy fatales resultados, porque como la gente de los campos prefería dejar perder sus frutos en las labranzas, a venderlos por una moneda que para ellos no representaba nada y que en los pueblos no hubo forma de introducirla”.
Y siguió diciendo: “Así mismo por el deseo de remediar este mal, pensó el Licenciado Núñez de Cáceres en adoptar un signo que mantuviera el tráfico mercantil entre las poblaciones de la isla, y como conocía el carácter y la repercusión de sus conciudadanos, se fijó en que más adecuado era llevar adelante la proposición del cabildo sobre acuñación de moneda provincial de cobre,” seguro de que el pueblo no solo la estimaría, sino que estaría expuesta a las inconveniencias del papel”. La idea que había sido rechazada en 6 de mayo en la junta de autoridades, no vino a resolverse hasta el 23 de diciembre. En que se vio y examinó el proyecto en junta de Hacienda pública. Estos cuartillos, que fueron acuñados en el edificio que sirvió de convento a los Padres de la Compañía de Jesús, tenían en el anverso el nombre del rey expresado por la inicial F y un numero 7 debajo de una corona, y en el reverso una S y una D encima del signo ¼ colocados dentro de dos ramos de laurel atados en uno de sus extremos. “Como para la acuñación de estas monedas el Licenciado Núñez de Cáceres, según su propia confesión, faltó a las prevenciones de las leyes y a las reglas numismáticas, porque así lo pedía la salud del pueblo”, no pudiendo “menos de anteponer su conservación a cualquiera otro respecto en su confianza de que nadie en Santo Domingo, por más que deseara su perdición, sería capaz de desmentir estas verdades”. Según el historiador (José Gabriel García en su “compendio de la Historia de Santo Domingo” Pág. 35, de fecha 1893 en el T2).
CASA DE LOS JESUITAS
La llamada Casa de los Jesuitas es una de las edificaciones más antiguas de la ciudad monumental de Santo Domingo, ya que fue construida por orden del Gobernador Nicolas de Ovando a principios del siglo XVI, en la acera oeste de la calle de Las Damas, en la esquina con la antigua del truco, actualmente de Las Mercedes.
El edificio, de noble piedra y ladrillos, es de dos plantas y en su interior pueden apreciarse unas arquerías dobles, de ladrillo, que dan paso a un patio interior con un aljibe abajo y una amplia galería en el Segundo nivel.
A principios del siglo XVIII, en 1701, la casa fue cedida a la Compañía de Jusús que intentaba edificar su iglesia en un solar aledaño y establecer un colegio-universidad en varios inmuebles de esa parte de la calle de Las Mercedes hasta la de Isabel la Católica. De ahí el nombre «de los Jesuitas», ya que en ella funcionaron las instituciones docentes de los Jesuitas, herederos de la antigua Universidad de Santiago de la Paz o Colegio de Gorjón, que desde mediados del siglo XVI existía en otra parte de la ciudad. La transformación del colegio en universidad se llevó a cabo en los años 1747 y 1748.
Con la expulsión de la Compañía de Jesús en el año 1767, la casa pasa a ser propiedad de la Corona, que la destina, al igual que la iglesia contigua, a Almacén de Tabacos, recibiendo a lo largo del tiempo múltiples usos.
Una acertada restauración en la década de los sesenta le devolvió el aspecto original que poseía en el siglo XVI. En la actuliadad, la Casa de Los Jesuitas alberga dependencias administrativas e histórico-culturales del Museo de las Casas Reales”. Según el historiador (Dr. Pedro J. Santiago,” Guía Monumental, Santo Domingo Colonial”, página 35).