Con la celebración del concierto Alma Negra, el Ministerio de Cultura y el Sistema de las Naciones Unidas, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex) y el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MinEconomíaRD), clausuraron con gran éxito la celebración del evento “Diálogo de Tambores”, realizado del 17 al 19 de marzo, para reconocer y visibilizar las expresiones de la diversidad dominicana, destacar la herencia afrodominicana e impulsar la participación plena y equitativa de las personas afrodescendientes en los diferentes escenarios de la sociedad.
Esta apuesta cultural culminó con broche de oro este sábado, al celebrar la feria de la afrodominicanidad; evento que vistió la explanada del Museo de Arte Moderno con colores, arte, sabiduría, sabores y el sonido de los grupos que portan las tradiciones y misterios del país. Al llegar la noche, se presentó la producción “Alma Negra”, un concierto que contó con la participación de artistas de la talla de Xiomara Fortuna, Poporó, Gaudy Mercy, Roldan Mármol, Acentoh, Corina, Los Guloyas, Shirley Campbell, Clara Morel, Dayme del Toro, Raphaelle Francois, Benny Perez, Eros Herasme y Funtepod, evocando un recorrido por los ritmos más conocidos de nuestras herencias y tradiciones caribeñas.
Durante estos tres días los asistentes tuvieron la oportunidad de presenciar la puesta en escena de conversatorios y saberes desde la música, la danza, el canto, las tradiciones y matices africanas como estrategias claves para fortalecer el reconocimiento de la afrodominicanidad, sus aportes e imaginar futuros más inclusivos.
La jornada completa estuvo encabezada por Epsy Campbell, vicepresidenta de la República de Costa Rica, y primera mujer afrodescendiente en ocupar este alto cargo en el continente Latinoamericano.
En el cierre del evento, Campbell agradeció a las instituciones gubernamentales que participaron en el evento, a los organismos internacionales y a las mujeres y hombres dominicanos que aportan a la construcción de país y de patria, en términos de las identidades de todos y todas: “Hemos concluido un maravilloso diálogo de tambores y de saberes; un diálogo que hace un reconocimiento a los aportes de la culturas afrodescendientes en República Dominicana, en la construcción de la identidad nacional, pero también un diálogo que nos refiere al reclamo y a la manifestación de derechos humanos para todas las personas.”
Esta apuesta cultural inició el pasado jueves con un encuentro de alto nivel en el Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, en donde se expusieron los principales avances y desafíos con miras a garantizar la visibilidad y derechos de las personas afrodescendientes.
Luego se trasladó a las ruinas del ingenio Boca de Nigua, en San Cristóbal, para celebrar la identidad, el arte y la resistencia de la afrodescendencia dominicana. Allí se realizaron conversatorios y la puesta en circulación de las obras literarias: “Somos Quien Somos” y “En el corazón de la revuelta”, además de un concierto de cierre.
El viernes, la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU) se convirtió en el escenario perfecto para desarrollar “Diálogos Contemporáneos sobre la Identidad Dominicana”, donde se disertaron 6 conferencias y conversatorios sobre la realidad que viven las personas afrodescendientes en la actualidad. Entre ellos, la encuesta “Autopercepción Racial y Étnica en la República Dominicana”.
Dicha investigación, cuyo objetivo es contribuir con la generación de un diálogo y la reflexión sobre la afrodescendencia en el país, fue realizada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Este estudio reveló que los entrevistados se identifican hasta con 27 categorías étnicas raciales, entre ellas indio claro, indio canela, blanco claro y blanco oscuro, moreno claro o “lavaíto” (lavadito) y que solo 8 % de los dominicanos se define como negro.
Diálogo de Tambores también contó con el apoyo de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y es parte de los avances que busca la implementación y cumplimiento del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024).