Embajador José Antonio Rodríguez expresa pesar tras partida de Papa Molina

Embajador José Antonio Rodríguez expresa pesar tras partida de Papa Molina

El delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) José Antonio Rodríguez, expresó su pesar por la partida del director, arreglista, músico y compositor dominicano, Ramón Antonio Molina Pacheco, “Papa Molina”, como era conocido en el mundo de las artes.

“Nos embarga de una profunda tristeza que una figura como Papa Molina, gloria del arte nacional hoy no esté con nosotros, sin embargo, nos llena de satisfacción saber que el país celebró su vida y obra a través de múltiples reconocimientos, los que conquistó gracias a sus aportes a nuestra música”, expuso el representante del país ante la UNESCO.

En seguidas añadió, “abrazo a mis grandes amigos, el maestro José Antonio Molina, a la artista Josefina Miniño, y con ellos al resto de su familia por este difícil momento que hoy los embarga de tristeza, no obstante, estoy convencido que les reconforta saber que el legado que nos deja Papa Molina será un referente para la historia musical de la República Dominicana”, concluyó el también cantautor.

Ramón Antonio Molina Pacheco nació en Moca, el 19 de diciembre de 1925. Desde temprana edad se destacaba como uno de los trompetistas más sobresalientes de la región para finalmente ser contratado en 1942, como primer trompeta de la Orquesta San José en La Voz del Yuna.

La agrupación, que fuera de las más prestigiosas de su época, fue dirigida por Julio Gutiérrez, Avelino Muñoz y el propio Papa Molina.

Autor da piezas imprescindibles en la música dominicana del siglo XX, entre las que son obligadas de mencionar el bolero Evocación, Sufro por tí, Nunca te lo he dicho, y Cuando volveré a verte, inspirado por la salida al exterior de su Josefina Minino a estudiar danza.

Creador de obras sinfónicas de gran peso estético en nuestra historia musical como Tres imágenes folklóricas, obra que terminó de escribir en noviembre de 1990 y que poco después fuera estrenada por la Orquesta Sinfónica Nacional.