Pero los científicos ahora aseguran que este célebre combatiente en cuyo honor se han levantado monumentos, era en realidad una mujer o un intersexual.
Casimir Pulaski, un general polaco-estadounidense del siglo XVIII que se use unió al ejército de Washington y luchó contra las tropas británicas en 1777, es considerado un héroe de guerra tanto en Polonia como en Estados Unidos.
Hace unos 20 años, científicos estadounidenses exhumaron su cadáver, que yacía debajo un monumento enclavado en la ciudad de Savanah (Georgia, Estados Unidos).
En ese momento, los examinadores se percataron de que el esqueleto de Pulaski tenía características femeninas, pero no pudieron demostrar que se trataba de él.
Dos décadas después, las pruebas de ADN han confirmado que los restos pertenecían al general.
Los sorprendentes hallazgos serán narrados en un documental del canal estadounidense Smithsonian Channel, titulado “Historias ocultas de Estados Unidos: ¿el general era una mujer?” y que tendrá su estreno este 8 de abril.
“Tan femenino como es posible”
Pulaski nació en Varsovia en 1745 y se interesó en la política desde una edad temprana.
En su adolescencia, Rusia lo proscribió por luchar por la independencia de Polonia, luego de lo cual huyó a París.
Allí conoció al revolucionario estadounidense Benjamin Franklin, quien lo convenció de apoyar a las colonias que luchaban contra Inglaterra, durante la Revolución de Estados Unidos.
Se cree que Pulaski le salvó la vida a George Washington en 1777, durante la Batalla de Brandywine. El general habría encontrado una ruta de escape a través de la cual Washington y sus soldados pudieron efectuar una retirada.
Murió en 1779 a la edad de 34 años, poco tiempo después de haber sido herido de muerte durante el sitio de la ciudad de Savannah.
Entonces, sus huesos fueron depositados en un contenedor de metal debajo de un monumento erigido en su honor en esa localidad.
Pero un tiempo después el mausoleo necesitó ser retirado temporalmente, y fue entonces cuando los investigadores pudieron exhumar y estudiar su esqueleto.
Charles Merbs, quien era antropólogo forense en la Universidad Estatal de Arizona en ese momento, le dijo al periódico ASU Now que examinó los huesos con la científica forense Karen Burns de la Universidad de Georgia.
“La doctora Burns me dijo antes de entrar, ‘entra y no salgas gritando‘”, cuenta Merbs.
“Me dijo que estudiara el cadáver con cuidado y que luego nos sentáramos y lo discutiéramos.
“Cuando entré, vi inmediatamente de qué se trataba. El esqueleto era tan femenino como es posible”.
Otra miembro del equipo, Virginia Hutton, explicó a NBC News que una de las formas en que los esqueletos masculinos y femeninos se diferencias es por la pelvis.
“En las mujeres, la cavidad pélvica tiene una forma más ovalada. Tiene menos forma de corazón que la pelvis masculina. La de Pulaski lucía muy femenina”.
Criado como hombre
La pregunta más inmediata fue si el esqueleto pertenecía al general y no había sido reemplazado por el de otra persona.
Las herramientas científicas en ese entonces no les permitieron a los investigadores identificar los huesos a través de pruebas de ADN.
Pero la voluntad del equipo de expertos persistió a través de los años.
Fue recientemente que se pudo confirmar la identidad del esqueleto a través del ADN mitocondrial de la abuela de Pulaski, lesiones conocidas y características físicas concretas.
Merbs dice que es poco probable que Pulaski, quien fue criado como hombre, alguna vez creyera que era una mujer o un intersexual.
Lo más que puede haber pensado, dice el científico, es que “pensaba que era un hombre, pero que algo estaba mal”.
“En aquella época las personas simplemente no sabían estas cosas”, agrega.
Según datos de Naciones Unidas, el 1,7% de la población mundial nace con rasgos intersexuales, es decir, con características (genitales, cromosómicas u hormonales) tanto masculinas como femeninas.
Fuente: BBC Mundo