La flor del cerezo floreció y con ella empezó una de las temporadas más importantes en Japón, tanto para los locales como para los millones de turistas que quieren ser testigos de cómo los tonos rosa y blanco pintan al país asiático en esta época del año.
Según un estudio de la Universidad de Kansai, se estima que 63 millones de personas, entre turistas extranjeros y turistas internos, van a los lugares en Japón donde se puede apreciar la floración, y en el proceso gastan alrededor de 2.700 mil millones de dólares. Este año se espera una cantidad récord de visitantes.
Sin embargo, ola de fiebre de los cerezos en flor no se limita a solo Japón. En Washington DC, los cerezos regalados por Japón hace más de un siglo alcanzaron su punto máximo de floración y son un importante atractivo turístico. Pero no solo en la capital estadounidense hay cerezos, en Macon, Georgia, una ciudad en la zona central del estado, es el hogar de más de 300,000 cerezos.
En comparación con los 31,2 millones registrados en 2018, el gobierno japonés quiere atraer a 40 millones de visitantes extranjeros para 2020, cuando Tokyo sea la sede de los Juegos Olímpicos. Para alcanzar ese objetivo, el país ha relajado las políticas de visas, ha gastado más en infraestructura y ha mejorado las restricciones para costas y líneas de cruceros. El número de vuelos internacionales en aerolíneas de bajo costo cada semana ha aumentado de menos de 20 en 2007 a casi 3,000 en 2018.
El yen más débil, que ha molestado al Banco de Japón durante años, es una bendición para los turistas que buscan estirar más el dinero de sus vacaciones. Para el gobierno, es una oportunidad para estimular el crecimiento económico y convencer a los inversionistas de que todavía tiene mucho que ofrecer a pesar de su importancia mundial. El impacto económico total de los cerezos en flor es de alrededor de 5.800 millones de dólares, según una estimación de la Universidad de Kansai.
Muchas empresas están preparadas para hacerse con una porción de ese lucrativo negocio. Y el Hanami, que es la tradición japonesa de observar la belleza de las flores, es la excusa perfecta para algunas empresas. Por ejemplo, Starbucks, Coca-Cola y Asahi son solo algunos de los negocios que intentan influir en las bebidas disponibles en las reuniones que se hacen con amigos alrededor de esta tradición. UberEats alienta a los usuarios de hanami a ordenar la entrega directamente a su lugar de picnic.
Las compañías con sede en Tokio que hacen deliverys para clientes ahora están ofreciendo reservar un codiciado lugar para apreciar las flores, por supuesto que pagando una tarifa por ello. Un de estas compañías cobra aproximadamente 26 dólares por hora, o más, si los clientes quieren que el espacio se equipe con mesas, cojines, comida y bebida.
No solo hay tradicional picnic, también está el “glamping”: cúpulas transparentes, en forma de iglú de plástico, debajo de los árboles, con mesas de café y calefacción para disfrutar de una cena cómoda al aire libre. Los grupos pueden alquilar el espacio en CHANDON Blossom Lounge por aproximadamente 80 dólares y recibir una gran variedad de bocadillos y champán durante una hora y media.
También hay compañías que están abandonando el aire libre por completo. Hay hanami en interiores: habitaciones privadas con césped artificial e imágenes de paisajes de cerezos proyectados en las paredes es una tendencia que crece en popularidad.
Los cerezos en flor y las dinámicas sociales que se dan en los hanami están prácticamente hechas para redes como Instagram, que ha impulsado el auge del turismo de cerezos en flor. Japón es uno de los mercados más activos de Instagram, con el número de usuarios más que duplicándose en los últimos dos años a 29 millones.
Y el gobierno está aprovechando esto para impulsar el turismo. La organización nacional de turismo de Japón colaboró con Instagram el año pasado para promover un nuevo hashtag, #UnknownJapan, que desafió a los usuarios a compartir imágenes de lugares menos emblemáticos y llevó a más de 5 millones de visitantes extranjeros a compartir publicaciones, según informó Ryoko Ichimura, portavoz de Instagram en Japón.
Fuente: Infobae